Sigue siendo una cuestión de calidad
Hoy se celebra la Asamblea General de la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor), en el año en que cumple 25 de actividad. Sin duda será un buen momento para que los 800 miembros de esta entidad sin fines lucrativos, y que representan a la práctica totalidad de los sectores productivos de nuestro país, evalúen lo conseguido durante este tiempo.
Gracias al trabajo de miles de profesionales y organizaciones la cultura de la calidad tiene una extensión mucho mayor, pero el riesgo puede estar precisamente en considerarla como una prueba superada, a favor de términos más en boga. Para una economía desarrollada la calidad es la base de todo, y producir bienes y servicios con calidad implica hacerlo con respeto al medio ambiente, seguridad laboral, etc.; el consumidor de hoy lo demanda así y no actuar de esa forma hará que no seamos competitivos.
La calidad no es una meta, sino una forma de hacer las cosas cada día. Hay que seguir trabajando para extender una auténtica cultura de la calidad, que empape a cada escalón de una organización. La opción de la calidad es imprescindible para salir de la difícil situación económica que vivimos, en condiciones adecuadas.
¿Qué ha cambiado en materia de calidad en estos 25 años de Aenor? Uno de los puntos más relevantes son las herramientas que las empresas tienen ahora a su disposición, para implantar auténticas políticas de calidad. Estas, presentan un alto retorno de la inversión en tiempo y monetariamente. Ya no hay excusas.
Por una parte, España tiene uno de los mejores sistemas de normalización del mundo. En su catálogo de cerca de 29.000 documentos normativos, prácticamente todos los sectores encuentran las mejores prácticas en cuestiones importantes para su competitividad. Están al alcance de todos. Además, a diferencia de otros sistemas vigentes en Europa, el coste financiero principal del desarrollo de las normas no recae sobre los sectores o sobre las arcas públicas; proviene de las distintas actividades que Aenor lleva a cabo.
Las normas se elaboran con la participación de todos los ámbitos implicados en un asunto concreto. Por eso, las normas son aplicables de forma más rápida y con mayores posibilidades de éxito que documentos desarrollados unilateralmente. Los expertos españoles son cada vez más valorados en los foros europeos o mundiales donde se discuten normas de aplicación internacional. Ellos llevan la voz de los sectores españoles, a menudo con el apoyo económico de Aenor.
La otra herramienta es la certificación; cuando Aenor nació en 1986 no existía en España un mercado de la certificación como tal. Hoy, nuestro país ocupa destacados puestos en el campo internacional; así, es el cuarto país del mundo y segundo de Europa por número de certificaciones de Sistema de Gestión de la Calidad, según la norma ISO 9001, con cerca de 60.000 reconocimientos. En Sistema de Gestión Ambiental según ISO 14001 España es el tercer país del mundo y primero de Europa, con más de 16.500 certificados. Las organizaciones españolas han visto en la certificación por un tercero independiente y reconocido una forma eficaz de mejorar internamente y de ganar en credibilidad ante todos sus públicos.
En conjunto, Aenor ha emitido cerca de 62.000 certificados. En un principio las certificaciones más difundidas fueron las mencionadas de gestión de la calidad o ambiental, además de las de calidad de producto. Sin embargo, al paso de la evolución de la economía y de las necesidades de las empresas, la certificación se va diversificando y especializando. Así, cada vez tienen más aceptación certificaciones como las de Innovación, Gestión Energética, servicios al ciudadano, seguridad alimentaria o de la información. Precisamente en 2010, la certificación de Sistema de Gestión de la Salud y Seguridad en el trabajo se convirtió en el tercer sistema que superaba las 1.000 certificaciones (tras calidad y ambiental); logro conseguido además en un plazo mucho menor que las dos anteriores.
El camino de la calidad requiere dedicación, compromiso y perseverancia; pero ofrece réditos difícilmente mejorables. Sigamos trabajando todos -empresas, Administraciones, organizaciones profesionales, mundo académico, Aenor- para que el impulso logrado en estos 25 años nos ayude a profundizar en lo obtenido y en avanzar por nuevas vías. En definitiva, sigue siendo una cuestión de calidad.
Ramón Naz. Director general de Aenor