Un tímido aviso para rematar una jornada pésima
La subida del dólar cuando S&P cambia la perspectiva del rating de EE UU es una buena medida del perfil adoptado por los mercados en las últimas semanas. Y la subida de la prima de riesgo de España, otra. Los inversores operan desde hace tiempo como un interruptor de corriente. Unos días quieren riesgo y otros no. El euro está en el saco del riesgo (sube cuando mejora la Bolsa), y ayer se produjo un alineamiento de planetas que invitaba a plegar velas.
Desde Finlandia hasta Wasinhgton, pasando por Madrid y Atenas, todas las noticias incidían en la misma dirección. España está en una posición de especial debilidad, dada su condición (real o ficticia) de último muro de contención en la crisis de la zona euro. De ahí el mal resultado de la subasta de ayer y el fuerte castigo a lo largo de toda la jornada. Mal día para colocar letras, y ojalá las cosas mejoren antes de la subasta más importante, la del miércoles.
El cambio de la perspectiva de Estados Unidos tiene menos lecturas, dada su extraordinaria timidez. Pocas veces se ha visto una agencia que avise de un rating a dos años vista y deje la carga de la prueba en las manos de los políticos. "O se ponen ustedes de acuerdo o les bajamos en rating en 2013". Con otros S&P no ha tenido tantas contemplaciones. Salvo extrema volatilidad en los Treasuries (lo que sería una pésima noticia en la medida en que la inestabilidad se contagia), la noticia de S&P pasará a mejor vida pronto. Habrá que ver si el interruptor del pánico de los mercados se desactiva antes del miércoles.