El FMI insta a avanzar en los planes de consolidación fiscal
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido del elevado desempleo y de las brechas en la producción que persisten en los países avanzados, pese a que la recuperación económica "está ganando fuerza", por lo que reclama fortalecer el crecimiento, reformar "con rapidez" los sistemas bancarios y avanzar en los planes de consolidación fiscal.
En un informe con motivo del encuentro en Washington de los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G-20, el FMI señala que en las economías avanzadas la recuperación es "cada vez más autónoma", aunque avisa de que el crecimiento seguirá siendo demasiado bajo para reducir sustancialmente las brechas en la producción y el aún elevado desempleo.
Respecto a las economías emergentes, apunta que el crecimiento está previsto que siga siendo "robusto", en parte debido las limitadas consecuencias de la crisis. "Sin embargo, las presiones inflacionistas están creciendo y existen signos de "sobrecalentamiento y de un incipiente auge del crédito en una serie de economías".
En términos generales, todos estos países se enfrentan a un nuevo desafío en el aumento de los precios de las materias primas, que se han disparado por la fuerte demanda y las dudas sobre la oferta, lo que está llevando a un incremento de la inflación.
En este sentido, añade que aunque se han reducido los riesgos financieros, han emergido nuevas amenazas, como el lento crecimiento y las inadecuadas respuestas políticas en las economías avanzadas, que mantendrán "vulnerables a posibles shocks" los sistemas financieras y las posiciones fiscales, especialmente en la periferia de Europa, "pero también en otras zonas".
Fortalecer el crecimiento
Por todo esto, el FMI estima que el desafío político clave para las economías avanzadas es "fortalecer el crecimiento" y reformar y reparar el sector financiero "con rapidez", especialmente en la zona euro. Asimismo, ve como una "urgente prioridad" la articulación de planes de consolidación fiscal en el medio plazo "claros y creíbles", especialmente en Estados Unidos.
Respecto a la política monetaria, el informe defiende que debe seguir siendo acomodaticia, incluyendo la absorción de los efectos de primera ronda de los elevados precios de las materias primas, pero también tiene que ser "ágil" para responder de forma rápida si aumentan los riesgos de efectos de segunda ronda.
Asimismo, considera urgente que, para que la recuperación sea sostenida, las economías avanzadas deben lograr la consolidación fiscal, mientras que para mantener el crecimiento, necesitan depender más de la demanda externa. Al contrario, las economías emergentes deberían depender menos de la demanda externa más de la doméstica.
En esta línea, reclama para las economías emergentes una mezcla entre consolidación fiscal y mayores tipos de interés mantener el potencial de la producción, al mismo tiempo que les sugiere el uso de herramientas macroprudenciales, incluidos controles de capital, para evitar el aumento de los riegos sistémicos en los flujos de capital. Para ello, ve conveniente e incluso "deseable" una apreciación de los tipos de cambio.