"La reforma del sistema financiero internacional sigue siendo una labor inconclusa"
El último informe del FMI subraya dos conceptos: una recuperación fortalecida que avanza todavía a dos velocidades, economías avanzadas por un lado y emergentes por otro; y un desempleo aún elevado en las economías avanzadas.
205 millones de personas aún están buscando trabajo a escala mundial, unos 30 millones más que en 2007. Son datos de la Organización Internacional del Trabajo, en los que se apoya el texto del FMI presentado hoy.
El organismo considera que las condiciones financieras continúan mejorando, aunque "todavía son inusitadamente frágiles". Y advierte de que el aumento de precios de los alimentos y de las materias primas representa una amenaza para los hogares pobres, sobre todo en Oriente Medio y en el norte de África. En cambio, estima que la crisis de los países árabes apenas tendrá efectos sobre la actividad económica.
Respecto al terremoto de Japón, el FMI apunta que su impacto macroeconómico proyectado es "limitado", pero asume que las proyecciones están rodeadas de incertidumbre. Coincide en que la reconstrucción del país nipón es una prioridad fiscal inmediata, pero ha de ir seguida de un recorte en el coeficiente de deuda pública a mediano plazo.
Las recomendaciones para la zona del euro son un "financiamiento suficiente, flexible y de bajo costo para respaldar un ajuste fiscal sólido", así como una reestructuración bancaria y reformas que promuevan la competitividad y el crecimiento. Añade también que es necesario reestablecer y apuntalar la confianza en los bancos con rigurosos test de estrés, además de programas de reestructuración y recapitalización.
A nivel global, el FMI lamenta que la reforma del sistema financiero internacional "sigue siendo decididamente una labor inconclusa". Tacha asimismo de "error" el que las economías avanzadas quieran postergar el ajuste fiscal por dificultades internas de economía política. Y advierte del reto para los países emergentes de evitar que las condiciones actuales, de aparente auge, no se transformen en un sobrecalentamiento a lo largo del próximo año. Por eso se opone a que estas economías pospongan el ajuste cambiario, frente la creciente presión inflacionaria.
En política económica, muchos errores "siguen sin corregir" -asegura el texto- y otros nuevos están pasando a primer plano. El organismo cree que será necesario mantener una orientación acomodaticia "mientras las presiones salariales sean moderadas, las expectativas inflacionarias estén bien ancladas y el crédito bancario sea anémico". Y añade la necesidad de desarrollar planes de consolidación fiscal y una reforma de los programas de derechos a prestaciones, que considera "urgente" en el caso de EE UU para disipar el riesgo de fluctuaciones de los mercados de bonos, que podrían provocar una desestabilización internacional.
El FMI insiste en que la tarea que ahora tienen las autoridades es la de "convencer a sus respectivas poblaciones de que estas políticas de respuesta son las que más convienen a sus intereses económicos, más allá de lo que estén haciendo otros".