"El administrador judicial debería tener colegiación obligatoria"
Ha dado buena muestra de que las organizaciones profesionales pueden vivir sin colegiación obligatoria ni visado, pero discrepa cuando se trata de la responsabilidad del administrador judicial
Valentí Pich lidera un consejo formado por 33 colegios de economistas y 50.000 colegiados. Su principal característica, la voluntariedad de las cuotas anuales, le convierte en un ejemplo a seguir para el resto de instituciones colegiales en un momento especialmente delicado donde el Gobierno ya suprimió el visado -una tarifa que los economistas nunca aplicaron- y ahora se plantea quitar la colegiación obligatoria, con la excepción de alguna actividad, como medicina o abogacía.
¿Qué le parece la nueva Ley de Servicios Profesionales?
La ley habla de actividades profesionales y explica qué obligaciones tendrá el arquitecto respecto a una u otra función. En este sentido, consideramos que la actividad del administrador judicial, que puede ejercer tanto el economista como el abogado, debería tener reserva de actividad y, por tanto, colegiación obligatoria. Aunque hay otras profesiones que también, como el asesor fiscal o el contable.
"No se puede demonizar a los colegios. Tienen mucho camino que recorrer"
¿Cómo se sobrevive sin colegiación obligatoria?
Con dos fuentes principales de ingresos: las cuotas y la formación. La colegiación anual resulta inferior a 200 euros. Luego, cada colegio realiza una formación libre y cada vez más especializada. Así el Colegio de Asturias imparte el máster Fiscal o el de Alicante, el de Auditoría. Hay muchos pequeños despachos de asesoría que no pueden hacer formación por cuenta propia, como las grandes empresas, y se valen de los colegios profesionales.
Al Gobierno, sin embargo, parece no gustarle su corporativismo.
No se puede demonizar a los colegios profesionales. Ocurrirá como con las cajas de ahorros, habrá quien lo ha hecho bien y quien mal. Lo cierto es que todos debemos adaptarnos a la nueva situación y creo que los colegios tenemos mucho camino que recorrer.
Hablando de las cajas, ¿qué le parece la conversión en sociedades anónimas?
Es un modelo, sin embargo la hora de la verdad viene ahora. Si el sector financiero apela a los mercados para sus propias necesidades reducirá las posibilidades de financiación al conjunto de la sociedad. Todo esto tiene un efecto peligrosísimo. La oferta financiera es escasa y muy cara. Esto es un juego que al final los números cuadran. Los Estados cada vez necesitan más deuda y, por consiguiente, ofrecen tipos de interés más altos y atractivos para los inversores. Lo mismo están haciendo algunos bancos y cajas con depósitos por encima del 4%.
¿Será el único efecto de la crisis? ¿No habrá una corrección salarial de los altos ejecutivos como se vaticinó?
Hay una cosa positiva de la crisis, que hemos reconocido que un país debe basarse en la economía productiva y no en la cultura del pelotazo, ligada a la inmediatez. Una de las causas de la crisis ha sido la política retributiva de resultados a muy corto plazo. La crisis ha conseguido que el conjunto de la sociedad, inversores, accionistas, sean mucho más sensibles a políticas retributivas ilógicas. Otra cosa es que el Gobierno pueda regular estas cosas. Se puede prohibir cuando se interviene una entidad, pero resulta más apropiado con políticas normativas a largo plazo que impongan mayor transparencia de salarios que mediante mecanismos fiscales que compliquen este tema. Hay que hacerlo con sentido común.
¿Qué le parece la última reforma de Zapatero, la concursal?
El proyecto definitivo de la reforma concursal todavía no ha salido. Plantea dos objetivos: dinamizar los procesos concursales para que no se dilaten en el tiempo y favorezcan la supervivencia de las compañías, y regular el preconcurso y el papel del administrador judicial.
¿Cree que definitivamente se ha marchado de España el fantasma de Grecia, Irlanda y Portugal?
Si dependemos del ahorro externo tendremos que comportarnos como nos exigen. No es lo mismo ser los primeros, como Islandia o Grecia, que quedar afectado cuando ya hay una conciencia de grupo euro. Cualquier cosa que ocurra ahora a alguno de los 17 nos afectará.
"Hay que digerir los años de crecimiento alocado"
Para el presidente de los economistas, Valentí Pich, el "asunto más grave que hay ahora, además del paro, es la dificultad que tienen las empresas para acceder al crédito". Asegura que trabajar con líneas de crédito a un año resulta durísimo para el empresario que debe dedicarse a negociar con la banca en vez de trabajar. Cita al expresidente británico Gordon Brown para recordar que aventuró 10 años de austeridad rigurosa para España, aunque matiza cuando se le pregunta si lo piensa así. "Creo que la sociedad española debe masticar y digerir unos años de crecimiento alocado. El conjunto de la sociedad española ha vivido por encima de sus posibilidades", explica.Las Administraciones públicas han hecho en 10 años lo que otros países todavía ni han empezado. Se detecta cuando viajas por cualquier ciudad de España y ves que su bienestar es superior a la media de Europa. En Francia, no todos los pueblos tienen impolutos sus monumentos y sus ayuntamientos".Pich aboga más por salarios ligados a productividad y no tanto al IPC. "Como país, el salario debe estar ligado más a la capacidad de ser productivos. Es absurdo discutir esto". Ante la reflexión de cómo solucionar el gran lastre del paro, no lo duda, "con más competitividad". "Sabemos que el desempleo en este país es un problema enquistado. En España hay una cultura de no contratar, histórica, que proviene del nacional socialismo, del empleo por vida a cambio de bajos salarios, y que todavía permanece en algunos empresarios. Es algo estructural que afecta a lo legal, cultural y judicial".