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Columna
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El incierto futuro de Tepco

La empresa propietaria de los dañados reactores nucleares japoneses debería salir de sus intactas ruinas. Los accionistas de Tokyo Eletric Power, cuyo complejo de Fukushima fue afectado por el terremoto de este mes, podrían perder toda su inversión. Tepco acaba de pagar a los bancos japoneses 25.000 millones de dólares en fondos de emergencia para evitar que la crisis nuclear se convierta, además, en una crisis financiera. Los inversores ya están perdiendo dinero, pero si surgen grandes demandas -como parece probable- el capital de la empresa podría desaparecer.

Las pérdidas de Tepco, cuyas acciones han caído un 60% desde el terremoto, son de tres tipos. Primero, el coste de la reconstrucción de las plantas nucleares, que puede suponer una inversión de 580.000 millones de yenes, según Nomura. Segundo, el mantenimiento de la producción. Con un reactor menos, tendría que invertir en carbón o petróleo para satisfacer la demanda energética.

Esto deja poco espacio para afrontar la tercera partida de costes: daños y perjuicios. La cantidad resulta imponderable. El seguro nuclear del Gobierno debe cubrir los primeros 240.000 millones de yenes. Pero, aparte de estos, Tepco es responsable, o al menos así lo considera el Gobierno, del "excepcional" desastre causado por el terremoto. Suponiendo que Tokio no esté por la labor de endeudarse más y constatando que los inversores han perdido mucho capital, podría surgir una sorpresa desagradable.

John Foley

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