Una nueva etapa en la crisis
O también una crisis en varias etapas. ¿Les parece un título similar? Sin embargo, el título elegido tiene un sesgo menos negativo. De esta forma he tratado de mantener la complicidad con un mercado que se ha tomado de forma positiva la crisis política en Portugal y la elevada probabilidad de que finalmente se vea obligado a pedir asistencia financiera al EFSF/FMI. ¿Mi opinión? En primer lugar, la tutela en la gestión de política económica en Portugal puede ser positiva considerando la incapacidad del Gobierno y la oposición para acordar las medidas necesarias que combinen el recorte del déficit público y la mejora de las perspectivas económicas. Por otro, la situación de las finanzas públicas portuguesas es menos dramática a la que llevaron a un rescate de Irlanda y Grecia. En definitiva, hay tiempo para reconducir la situación. Y hay margen para hacerlo. La tutela y no el rescate marca una diferencia que los mercados valoran de forma positiva. Menores riesgos a considerar en el futuro. Estoy de acuerdo.
Pero, por otro lado, la mejora de la percepción de los inversores internacionales (los domésticos tienen algo más de dudas) hacia la deuda española marca ahora un freno en el efecto dominó que vimos el año pasado tras la intervención de Grecia e Irlanda. "Las autoridades españolas lo han hecho bien... tarde, pero finalmente han tomado las medidas adecuadas". æpermil;sta es la valoración que escucho entre los inversores internacionales. Y tienen razón. Aunque esta valoración tan positiva no debe llevar a la complacencia. ¡Cuántas veces hemos sufrido los cambios de humor del mercado! Más que Portugal, las miradas se centran ahora en las conversaciones entre Irlanda y sus socios europeos sobre el binomio tipos de interés/impuesto de sociedades.
Pero también hemos escuchado en los últimos días que las nuevas pruebas de estrés sobre la banca irlandesa podrían mostrar una necesidad real de capital muy por encima de los 35 billones descubierta hasta el momento. ¿Estaría dispuesta Europa a ampliar el crédito al mismo tiempo que facilita sus condiciones?; ¿estaría dispuesto el Gobierno irlandés a perder la baza para la recuperación que supone tener una fiscalidad atractiva para las empresas? Sí, Irlanda puede ser un factor de tensión a corto plazo. Y esto obliga a España, a otros países, a seguir acumulando argumentos que limiten el riesgo de contagio. Hay margen para actuar.
Pero, por otro lado, estas medidas pendientes se recogen en el Pacto del Euro que se está debatiendo en estos momentos en la Cumbre Europea. ¿O se ha retrasado su discusión y aprobación a junio? La información no está siendo muy clara en este sentido. Acuerdos adoptados en el último Ecofin han sido luego desmentidos por algunos países. Incluso he llegado a pensar que el Pacto del Euro ha dejado de ser el principal factor de discusión en esta Cumbre. ¡Hay tantos temas a tratar! Y tan poco tiempo.
Por ejemplo, la intervención militar en Libia. La difícil situación política en Portugal y hasta la negociación con el Gobierno irlandés. Japón, el impacto de su crisis, puede ser otro tema de debate. En el fondo, las mismas cuestiones que pesan sobre los mercados. Aunque no de forma tan negativa como se podría pensar a priori. ¿Les ofrezco un nuevo ejemplo? La reciente advertencia de Buffett de que un colapso del euro no es impensable "un aumento excesivo del esfuerzo y tensión puede hacer que la moneda caiga". Muda respuesta del mercado. ¿Qué hubiera pasado hace tan solo un mes atrás? Sí, algo ha cambiado a mejor Pero es importante hacer que este cambio sea permanente.
José Luis Martínez Campuzano. Estratega de Citi en España