España tendrá en Madrid un centro de la versión reducida del sistema Galileo
El ministro de Fomento, José Blanco, anunció ayer que España recupera la expectativa de ubicación en Torrejón, junto a Madrid, del centro de servicios de la constelación de satélites europeos de localización. El proyecto, que ha sufrido toda suerte de vicisitudes, revive en una versión reducida con 3.500 millones de presupuesto.
El ministro de Fomento, José Blanco, recuperó para la actualidad tecnológica española a un viejo conocido, que la industria creía perdido para siempre: Galileo. Blanco anunció que España, y más en concreto la localidad cercana de Torrejón de Ardoz, albergará el centro de servicios del sistema de navegación y localización por satélite europeo.
El proyecto que lleva por nombre el de el gran científico italiano fue concebido en la última década del pasado siglo como una constelación de satélites avanzados que debía de dar la réplica al sistema de localización más popular y antiguo, desarrollado por los militares estadounidenses, el GPS.
Las vicisitudes que durante más de dos décadas ha sufrido este ambicioso proyecto han sido incontables. Ahora vuelve a resurgir con una proyección menos ambiciosa, de manera que en los próximos tres años se pondrán en nómina 14 satélites y en los siguientes seis años otros 16 más. El presupuesto disponible en este momento en el entorno de la Unión Europea y de las empresas tecnológicas de distintos países implicados es de 3.500 millones.
En el momento de hacer el anuncio de la instalación del centro de servicios de Galileo en Madrid, Blanco destacó la "ventaja competitiva" que supone para España en la actual coyuntura acoger este centro, que dará empleo a entre 35 y 50 trabajadores "altamente cualificados", a los que se sumarán los que genere su construcción, que supondrá una inversión de unos 34 millones de euros.
De este importe, España financiará los alrededor de 4 millones que costarán la realización del estudio previo y la construcción del edificio, mientras que la UE costeará los 30 millones a los que asciende el equipamiento y la ingeniería del centro.
Según Blanco, su puesta en marcha "será una fuente de beneficios directos e indirectos, ya que por un lado supondrá un canal para la participación de España en el programa Galileo y, por otro, incrementará la notoriedad y afluencia de visitantes en su entorno", según destacó tras firmar con el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Industria, Antonio Tajani, el acuerdo que fija a España como sede del centro.
Tajani, por su lado, subrayó que Galileo "contribuye al desarrollo de los conocimientos técnicos de Europa sobre el espacio y al desarrollo de los sectores de receptores y de aplicaciones, garantizando rentabilidad económica y creación de empleo".
El centro de Torrejón de Ardoz se sumará a los que se han asignado a Italia y Alemania en sistema de navegación y localización por satélite. Las dos instalaciones de estos dos países tendrán consideración de centro de control del vuelo y la gestión de la constelación, mientras que el edificio que se construirá en Torrejón servirá para el desarrollo de aplicaciones y servicios que se implementarán a través de Galileo.
Según datos de la Comisión Europea, se espera que en los próximos 20 años el sistema aporte a la economía europea unos 60.000 millones de euros en ingresos adicionales para la industria transformadora y en beneficios públicos y sociales.
Asimismo, indica que en la actualidad el 6,7% de PIB de los países desarrollados depende de la navegación por satélite, porcentaje que en el caso de Europa supone unos 800.000 millones de euros.
El ministro de Fomento subrayó que la localización en España del centro europeo de Galileo es fruto de las "intensas" gestiones realizadas en los últimos meses por su departamento en la Unión Europea, y lo enmarcó en la "estrategia y compromiso" del Gobierno español con la I+D.
Un programa lastrado con continuos retrasos
Entre las funciones que desarrollará el centro de Galileo en Torrejón de Ardoz cabe destacar su actuación como interfaz entre el sistema de navegación y las comunidades de usuarios de los servicios abiertos, el comercial (el único susceptible de explotación privada) y el de salvaguarda de la vida humana que atenderá las necesidades específicas de, entre otras, la comunidad aeronáutica y la naval.También centralizará las funciones de consultoría para dar apoyo a los desarrolladores de servicios y aplicaciones de navegación por satélite y ofrecerá servicios de certificación y sellos de calidad de los productos finales desarrollados.En enero, la CE anunció que Galileo retrasaría su puesta en marcha hasta 2020, debido a un sobrecoste de 1.900 millones de euros. La fecha prevista para el inicio de las operaciones estaba fijada en 2014.