Hidrocarburos en máximos
El precio del barril de petróleo ha aumentado 20 dólares desde principios de enero. De mantenerse durante 12 meses, proporcionaría unos ingresos extra de 620.000 millones a los productores mundiales de petróleo.
Una parte se desviará a impuestos. Otra podrá ser utilizada para financiar proyectos de exploración más audaces. Un clima político más peligroso puede aumentar la prima de riesgo para los que financian la producción de petróleo. Si se añade el deseo de seguridad puede incrementar también los gastos generales. Pero la mayor parte del aumento de ingresos de la línea superior bajará directamente a través de los beneficios, dejando a los productores mucho más ricos.
Antes de los disturbios de este año, el precio del oro negro ya estaba subiendo. Pero es fácil ver nuevas subidas -vale la pena recordar que el petróleo llegó a 140 dólares el barril en julio de 2008-. Otros 20 dólares podrían ser añadidos al precio del crudo si los conflictos civiles provocan una intervención militar más activa de las potencias occidentales. Pero la falta de una acción militar podría aumentar los precios del petróleo si Naciones Unidas / EE UU niegan la protección de un ejército de seguridad.
Cientos de miles de millones de dólares están afluyendo a los países ricos en petróleo. Buena parte de ese efectivo brota de nuevo en los mercados de activos desarrollados. El Tesoro estadounidense se beneficiará de la confianza de los compradores. El flujo de los petrodólares puede explicar parcialmente la reciente relativa fortaleza del capital y el crédito frente a los traumas de Oriente Próximo. Infraestructuras, propiedades comerciales y trofeos glamurosos probablemente serán objeto de demanda.
El efectivo del petróleo se aplicará equitativamente. Pero los 620.000 millones, lo recaudado de bombear 85 millones de barriles por día a un precio de 20 dólares, sin cambios en la demanda, equivalen al 5% del mercado del S&P 500. Considerables sumas de dinero que influirán en la fijación de precios del mercado.
Crucialmente, los costes extras para los consumidores podrían ascender a una restricción de liquidez equivalente más o menos a la relajación cuantitativa de algunos bancos centrales occidentales embarcados en la esperanza de estimular la economía. El petróleo caro arrastrará el crecimiento en EE UU, Europa y Asia y golpeará los precios de los activos.
Robert Cole