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Lumumba frente a Balduino

Ahora que Occidente contempla con fruición las revueltas populares en el norte de África, se cumplen 60 años del asesinato de un líder africano a manos de los intereses europeos. Los protagonistas de aquella tragedia se reencuentran en Bruselas gracias a una gran retrospectiva del pintor belga Luc Tuymans.

La exposición se inauguró el pasado 17 de febrero, justo un mes después del aniversario del asesinato en Katanga un 17 de enero 1961 del líder independentista congolés Patrice Lumumba en un complot en el que parece probada la participación de mercenarios belgas y la pasividad cómplice de Bruselas, capital colonial del país africano hasta junio de 1960.

La retrospectiva de Tuymans (Mortsel, 1958), vitoreada por la crítica internacional, permite el reencuentro póstumo y pictórico de Lumumba con Balduino. El entonces rey de Bélgica, según la investigación llevada a cabo por el Parlamento belga en 2001, fue alertado al menos una vez de que la vida del congolés corría peligro y, como mínimo, no hizo nada para evitar su asesinato.

Una tercera obra, Chalk, evoca los dos dientes que, al parecer, le arrancaron a Lumumba después de su ejecución (Hugo Claus también dedicó un poema a ese episodio).

Los retratos de Lumumba y de Mwana Kitoko (bonito hombre blanco) convivirán en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas hasta el próximo 8 de mayo. Después regresarán a sus respectivas colecciones en el MOMA de Nueva York y el SMAK de Gante.

En la exposición, por cierto, también cuelgan obras relacionadas con atrocidades más recientes, como el famoso retrato de Condolezza Rice.

Y quien desee ver la última producción de un pintor con contundentes opiniones sobre Tàpies y Barceló, puede hacerlo hasta el 12 de marzo en la galería Zeno X de Amberes.

Imágenes: Lumumba (óleo sobre lienzo, 2000) y Mwana Kitoko (óleo sobre lienzo, 2000), tomadas de la web del Bozar.

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