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Cinco Sentidos

Las oligarquías hacen pensar en Europa

Las grandes ligas son dominadas por un grupo reducido que necesita hacer crecer sus ingresos.

El final de la primera vuelta de la Liga no solo encuentra a los dos primeros destacados, sino con puntuaciones -52 el Barcelona, 48 el Real Madrid- en ritmo de nuevo récord. El fenómeno de la bipolarización de la Liga tiene su reflejo en el resto de las grandes competiciones europeas, en cada una de las cuales se impone una oligarquía reducida que conquista los títulos año tras año. Con el consiguiente problema: si siempre ganan los mismos, si el resultado de más de 30 de los 38 partidos de la temporada está asegurado, ¿no se está empobreciendo el producto?

Como explica el profesor de Sports Management de Esade Lluís Martínez-Ribes, "sin emoción, este negocio no funciona. Y si la diferencia de los dos grandes con el resto es continuamente enorme, la Liga perdería cuota de interés y se haría casi precisa otra de rango superior (¿europea?)". El viejo sueño volvió a ponerse sobre el tapete en 2009 con un globo-sonda impulsado desde la Asociación de Clubes Europeos (ECA), y este año hay indicios de que puede volver a la carga.

El fundamental es el disgusto de los clubes con la política de la UEFA conocida como Fair Play Financiero. Desde que llegó al poder del organismo continental, Michel Platini viene incidiendo en medidas para que los grandes no impongan su poder económico a golpe de endeudamiento, con la amenaza de fondo de que quienes no cumplan puedan ser excluidos de competiciones europeas en 2014.

Sin embargo, en el informe presentado el pasado 11 de enero, y que pasó inadvertido al anunciarse el mismo día de la concesión del Balón de Oro, el 56% de los 733 clubes europeos auditados presentaban pérdidas netas para un total de 1.200 millones de euros; el gasto general aumentó un 9,3% y los ingresos solo crecieron un 4,8%, y 73 equipos invierten el 100% de sus presupuestos en las fichas de sus jugadores.

El objetivo de que en 2012 los clubes no gasten en ningún caso más de lo que ingresan choca con la realidad de la gestión futbolística actual, basada en los golpes de efecto y las inversiones de mecenas. Algunos de ellos, como Florentino Pérez o Massimo Moratti -dueño del Inter de Milán- ya movieron fichas en el pasado para una competición europea que garantizara más ingresos y no estuviera tutelada por la UEFA. Ante las normas del Fair Play Financiero, que les impedirían realizar fichajes al actual ritmo, todo hace indicar que intentarán de nuevo alguna alternativa. En particular, ante la eventual situación de decadencia de los campeonatos nacionales.

Para Francesc Pujol, profesor de la Universidad de Navarra, "la distancia colosal entre los grandes equipos y el resto se incrementará en el futuro en todas las ligas poderosas, porque el diferencial de ingresos no lo da la competición nacional, sino los éxitos en la Champions League". Pujol cree que ello no supone automáticamente el fin de la competición española por la propia igualdad entre los grandes que hace incierto el resultado de la competición, pero también considera que, pese a que no existen estudios concretos, "la diferencia de ingresos que supondría una Liga Europea sería colosal en comparación con la actual Champions League".

El problema de la desigualdad es ya un hecho indiscutible. En España, Barcelona y Real Madrid han ganado 8 de las últimas 10 ligas y 21 de las últimas 25. Peor aún: en las 6 campañas previas solo otro equipo ha conseguido ser subcampeón, el Villarreal en 2008.

En Inglaterra, las últimas 15 ligas se han repartido entre tres clubes: Manchester United -9-, Arsenal y Chelsea -3 cada uno-. Junto al Liverpool, han acaparado el 90% de las plazas para la Champions League en ese periodo. El Manchester City, a golpe de petrodólar, se ha unido ahora a ese grupo de élite, del que puede haberse caído provisionalmente el Liverpool.

La última década en Italia ha confirmado la primacía de los tres equipos que se han repartido dos tercios de los campeonatos. Inter, Milan y Juventus solo dejaron una victoria a otro más, la Roma, en 2001. En Alemania, ya se sabe, la supremacía del Bayern Múnich solo se ve quebrada por errores propios, como este año con el Borussia Dortmund destacado; al margen de estas anomalías, los bávaros han ganado 9 de las últimas 15 Bundesligas. Incluso Francia, donde los triunfos siempre estuvieron más repartidos, ha vivido la eclosión del Olympique de Lyon, ganador de 7 de los últimos 10 campeonatos.

Con Portugal, Escocia y Turquía presentando tradicionalmente panoramas similares -aunque en Holanda justo la tendencia es inversa-, el listado de grandes está más que definido. La duda, para los equipos españoles, es si alguno más tendría sitio en una Superliga Europea. Por éxitos a lo largo de la historia, sí; por potencial económico parece imposible.

Ciudades o clubes

En cada ocasión que se plantea a la NBA la idea de una ampliación a Europa, sus autoridades hablan siempre de las "plazas destacadas" que les interesan. Así, el criterio es el de ciudades grandes -Londres, París, Berlín- antes que las de tradición baloncestística.

El fallido proyecto de 2009

El actual contrato televisivo de la Champions con el grupo Team expira al final de la próxima temporada. Para entonces, según filtró la Gazzetta dello Sport italiana en 2009, daría comienzo una Superliga Europea integrada por 60 equipos, divididos en tres grupos con ascensos y descensos.La información fue dada por buena por medios de toda Europa, que presentaron más datos: no habría descensos directos para proteger a ciertos históricos, se reducirían las competiciones nacionales a 16 equipos... Incluso Platini comentó a France Football: "Todo el mundo conoce mi posición sobre competiciones europeas, pero el mundo está cambiando y debemos ser cautos". El Bayern de Múnich lideró el frenazo -por el momento- a esta idea.

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