Un atleta corporativo en Neumann
Álvaro Arias dirige la empresa de 'headhunters' con la vista puesta en Latinoamérica.
Álvaro Arias (Madrid, 1965) es un atleta. Un atleta corporativo. Así se ve el socio director de la empresa de selección de directivos Neumann International en España. Y en la muñeca izquierda lleva una pulsera de plástico -como esas que popularizó Lance Armstrong- para recordárselo. Esta disciplina, que imparte el psicólogo estadounidense Jim Loehr -entrenador mental de deportistas-, se basa en "gestionar la energía para mejorar la productividad, el compromiso y la salud", se explica desde la institución que enseña este método, a semejanza del aprovechamiento que realizarían los atletas de élite. Para Arias, es una manera de enfrentarse al trabajo: "Lo importante es cómo gestionamos la energía y no el tiempo", en cuatro planos: lo físico, lo emocional, lo mental y lo espiritual. Siempre desde la "energía positiva y el agradecimiento".
El dar las gracias lo hace cada mañana. Escribe en una libreta -como las típicas de llevar la contabilidad- las razones por las que se siente agradecido diariamente. "Y no repito ninguna", asegura.
La espiritualidad y psicología pueden parecen extrañas en un ingeniero de Telecomunicaciones y MBA por el IESE como él. "Me queda muy poco de ingeniero -reconoce-, solo el hábito, la estructura, la disciplina y la capacidad analítica". Lo que sí tiene es una visión innovadora del trabajo. "En el sector de los headhunters se innova muy poco. Nosotros hemos empezado a hacerlo en los servicios y en la geografía", explica. Actualmente han comenzado a realizar formación para los comités de dirección de las empresas, donde la coyuntura económica hace que muchos directivos estén "encabronados" y no sean capaces de escuchar a los demás.
La firma ha recibido el último Premio Internacional de Arquitectura por el diseño común en sus sedes
Así que, según él, la participación de un agente externo, como un headhunter, en la formación y asesoría de los ejecutivos es favorable para mejorar y superar situaciones encalladas. Además, ayudan con el diseño organizativo en las empresas familiares, donde las transiciones y la toma de decisiones son difíciles en muchas ocasiones.
Pero además de nuevos negocios, Arias ha apostado por Latinoamérica. El socio director en España ha convencido a la matriz austriaca de pilotar el desembarco desde España. Próximamente abrirán cuatro oficinas: en Brasil, Chile, Perú y Colombia. Todos estos países "están atrayendo la inversión extranjera y se han convertido en receptores de ejecutivos de empresas españolas", explica. Ahí se abre una oportunidad para el mercado de selección de directivos, ya que en España "estamos viendo que no mejora la economía", reconoce. Desde el año pasado, "lo que sobre todo se da es el reemplazo de directores generales, pero hay escasas contrataciones".
El desembarco en Latinoamérica lo está siguiendo muy personalmente. En verano se fue a buscar a los que serán los socios. "Cada día teníamos cinco reuniones. Nos íbamos de un lado para otro con el Google Maps. ¡Y jamás llegamos tarde a ningún encuentro!".
En España confiesa que no le da tiempo a contestar y a ver a todos los candidatos que quisiera. Ve a tantos potenciales directivos que algunos le gustan tanto que los ficha para Neumann. Así ha captado a dos de sus socios. Pero además es un método que él también ha vivido. Arias era profesor del IESE y consultor de estrategia. Pero hizo una entrevista para un headhunter y la respuesta fue quedarse en el lado del entrevistador.
Un lugar especial
La sede de esta firma se encuentra en un piso de un edificio señorial de Madrid del siglo XIX, construido en la ampliación del Marqués de Salamanca. La impresionante escalera de mármol, que sirve como entrada solo para esta oficina, ya da una idea de que la imagen corporativa es importante en la casa. De hecho, Neumann ha recibido el último Premio Internacional de Arquitectura por el diseño común en todas las sedes repartidas por el mundo.
En la filial madrileña, de 550 metros cuadrados, se ha intentado guardar el estilo de época, pero se ha añadido mobiliario y paneles blancos que dan un toque más contemporáneo. Por ejemplo, un cubo blanco se ha instalado a modo de sala de reunión. "A mí me han dejado conservar mi mesa antigua", bromea Arias.
Objetos para recordar
La remodelación realizada por el estudio S. Drei Architecktur es menos perceptible en el despacho de Arias. La mesa de época, el parqué original, la chimenea y los objetos personales restan importancia a los elementos comunes como las lámparas, que se pueden encontrar tanto en Madrid como en Viena o en París.Este directivo se ha rodeado de objetos curiosos, como dos veleros en miniatura. "Me encanta la vela", que practica junto a su hermano. También unos monos, un cenicero con falsas pepitas de oro, una figura de un gallo, fotos de familia, dos esferas de piedra y un enhiesto gato egipcio de metal que le regalaron y que descansa sobre la chimenea.Además, en su mesa reposa un catalejo, "para recordarme de qué va esta profesión, de buscar personas", explica. También hay un globo terráqueo, al que a veces le da vueltas, "para recordarme que este es un negocio global".Y para ir "paso a paso", sin precipitarse, tiene una tortuga.