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Secretos de despacho

Referencias históricas en Unit4

Juan Antonio Fernández utiliza las lecciones del pasado para la gestión diaria.

La creatividad te pilla trabajando", asevera el director general de Unit4. Esta máxima la aplica a diario en su despacho del edificio del histórico Centro de Cálculo de Sabadell (CCS), donde alarga la jornada hasta alrededor de 12 horas. "El tipo de trabajo requiere mucha relación con las personas". La compañía, una de las pioneras de software empresarial en España, con 47 años a sus espaldas, fue de las primeras en instalarse en un polígono industrial de Barberá del Vallés (Barcelona).

"Hace años tampoco había muchas posibilidades de salir fuera porque casi éramos los únicos en la zona, por lo que con el tiempo hemos mantenido la tradición de comer en nuestras instalaciones. Ya sé que esto choca con la cultura mediterránea, pero de esta forma se crea más espíritu de equipo", remarca Juan Antonio Fernández. Nacido en Madrid en 1965, se incorporó a CCS en 1988 y se trasladó a la sede de Barcelona en 1994. Desde entonces ha acumulado varios cargos en la misma empresa, hasta que en 2008 fue nombrado director general, un año después de la integración de la compañía española en el grupo Unit4, grupo europeo con oficinas centrales en Sliedrecht (Países Bajos). "Por primera vez tenemos un socio industrial", destaca. Después del tránsito en el capital de Caixa Sabadell, la multinacional francesa Cisi y Jazztel, "contamos con un accionista tecnológico. Es importante, porque el ciclo de vida de maduración de los productos es largo, similar al sector farmacéutico. Unit4 es el quinto fabricante a nivel mundial, aportándonos una visión global, con la posibilidad de compararnos y conocer mejor qué es lo que quiere el usuario, lo que necesita para el software de su empresa", argumenta.

La agenda de trabajo de Juan Antonio Fernández es muy diversa, dedicando buena parte de su tiempo a clientes y colaboradores. Eso sí, no pierde mucho tiempo contrastando el correo electrónico del día. Para el directivo, "la gente no va continuamente a su buzón a ver si hay alguna carta, ¿verdad? Pues yo miro los mensajes electrónicos del día anterior, salvo cosas importantes recientes. Este es un tema que distorsiona mucho. Veo a muchos directivos pendientes de los correos a través del móvil. Mi equipo sabe que con una llamada vía telefónica estoy localizable todo el día para situaciones urgentes".

"Miro los correos electrónicos del día anterior. Mi equipo sabe que es mejor el móvil para situaciones urgentes"

Del despacho del director general de Unit4 destaca la mesa de reuniones, que le ha acompañado en los últimos 16 años. "No tiene nada de especial, pero me gusta. Delante de esta mesa nos hemos reunido muchas personas". Efectivamente, alrededor de ella se sientan habitualmente los 12 miembros del comité de dirección.

Amante de la historia, de una de las paredes del despacho cuelgan una serie de litografías que revelan varios hechos históricos de Sabadell (Barcelona), la ciudad vallesana que dio el nombre originario a la empresa y que fue referente de la Revolución Industrial del siglo XX en Cataluña. En este sentido, Juan Antonio Fernández enlaza esta tradición productiva con una pérdida sensible de la capacidad en temas de investigación y desarrollo (I+D).

"Hace 20 años el 80% de la I+D se concentraba en la zona de Barcelona, pero en los últimos tiempos buena parte de este bagaje se ha perdido por la falta de apoyo de las Administraciones", sentencia. En cualquier caso, Unit4 mantiene sus raíces locales y además realiza un importante esfuerzo en investigación de producto, con una inversión de 25 millones en los próximos cuatro años en un centro de I+D en Granada, donde prevé que trabajen 250 ingenieros. Unit4 ha cerrado 2010 con un nivel de facturación del orden de 51 millones de euros en la región ibérica, cifra similar a la obtenida durante el ejercicio anterior.

Juan Antonio Fernández asegura que le gusta trabajar sin papeles, teniendo en cuenta que "hay que dar ejemplo trabajando en un sector como el nuestro", pero bromea que pertenece a la generación "que aún lee en horizontal" periódicos y libros, mientras que sus dos hijos ya han entrado de lleno en la era de la "lectura vertical", es decir, a través del ordenador, el móvil o los denominados tablets.

Una moneda de Napoleón de 1821

La historia nos sirve de punto de referencia. La figura controvertida de Napoleón sirve de ejemplo. "Una época que no ha sido muy bien estudiada", destaca José Antonio Fernández. El emperador francés pretendía difundir las libertades por encima de la aristocracia, indica. El directivo madrileño admira la capacidad de trabajo de Napoleón y la modernidad de sus ideas, "puesto que fue el primero que innovó en los planteamientos estratégicos de las batallas desde la época de los romanos". Con todo, reconoce que al final acabó traicionando sus propios principios. Para ilustrar estos argumentos, muestra una moneda de la época, de 1821, que recoge de encima de su mesa de trabajo.En este aprendizaje, algunos libros también nos dan lecciones para el futuro. El responsable de la subsidiaria del grupo en España se refiere al ensayo La rebelión de las masas, de José Ortega y Gasset, que ya en 1930 advirtió de la decadencia de Europa frente al creciente dominio norteamericano, que también incluye referencias al Imperio Romano. "Esto es lo que está pasando ahora. El texto es más vigente que nunca", concluye.

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