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Adquiere 90.000 millones de deuda

La banca alemana compra un volumen de bonos sin precedentes

La banca alemana ha arrebatado a la francesa el primer puesto como tenedora de deuda pública europea al hacer la mayor compra mensual de títulos soberanos nunca realizada por el sector. Mientras el resto de entidades reducía posiciones, las germanas adquirieron en octubre 90.000 millones más.

Entre los actores principales que intervienen en el agitado drama de los mercados de deuda soberana destaca uno que juega el papel de juez y parte: la banca. Que las entidades de crédito sean uno de los principales compradores de emisiones públicas les convierte en una de las fuerzas más influyentes del mercado. Paradójicamente, también les hace ser parte de esos inversores que luego condenan o ensalzan a un país por la calidad de los activos de su banca o por la cantidad de deuda periférica que acumulan sus entidades. En este alambicado tablero, uno de los movimientos más trascendentes -y sorpresivos- lo ha protagonizado la banca alemana. Compró en octubre 90.000 millones de euros en deuda pública, según el BCE. Es la mayor adquisición mensual realizada nunca en el continente por el sector financiero.

La jugada fue tal que desbancó a la banca francesa como principal tenedora de deuda pública europea dentro del sector. A cierre de octubre, las firmas galas atesoraban 360.294 millones de euros en papel público, pero la banca germana pasó de tener 310.043 millones de euros a 398.672 millones.

Los siguientes grandes tenedores de deuda son los bancos de Italia, con 248.212 millones, los de España, con 167.818 millones, y los de Bélgica, con 106.818 millones. La diferencia radica en que todos estos redujeron su cartera de deuda soberana mientras Alemania subía las apuestas.

¿Por qué lo hizo? Fuentes del mercado de deuda pública señalan que la estrategia de la banca alemana probablemente ha sido "puramente especulativa". La prima de riesgo de los estados europeos llevaba meses bajando después de que el rescate griego finalizara y de que la propia banca se expusiera al ejercicio de transparencia de los test de estrés. Tras el verano, no obstante, la amenaza latente de Irlanda comenzó a emerger. La percepción de riesgo sobre los países periféricos regresó y los tipos de interés volvieron a subir. Y fue en esta antesala de la debacle irlandesa cuando la banca germana echó el resto. Eso sí, ir de compras en noviembre habría resultado aún más rentable.

"Desde luego las entidades alemanas tienen mucho ahorro para invertir, y las rentabilidades de la deuda periférica son ahora de lo más apetecibles", coincide Virginia Romero de Ahorro Corporación". Otra posibilidad es que se trate de un ejercicio de responsabilidad propiciado por su propio Ejecutivo. "Alemania siempre ha sido el gran financiador de Europa", desarrolla Romero. Una hipótesis que, sin embargo, resulta contradictoria. "Choca que se les incite a comprar, cuando el Gobierno alemán critica a las entidades extranjeras que acumulan deuda periférica", concluye.

Ninguna de las dos explicaciones es excluyente. Son las paradojas de ser juez y parte.

Las firmas españolas reducen sus títulos del Tesoro

De las 16 grandes potencias bancarias de Europa, 12 han aumentado el peso de la deuda en sus carteras durante 2010, año en el que las emisiones se han disparado a niveles históricos. Sin embargo, más de la mitad han ido reduciendo su exposición en los últimos meses. El de las entidades españolas es un caso paradigmático. Comenzaron el año con 147.752 millones de euros en deuda española, y aunque llegaron a tener 155.614 millones en junio, en octubre la cifra se había reducido ya a 131.866 millones."La banca española juega un papel clave en la compra de deuda soberana española cuando ésta se ve más tensionada por el mercado y al Tesoro le resulta difícil colocarla", cuenta Nuria Álvarez, de Renta 4. "Cuando la presión es menor, venden"."Es una tendencia lógica, porque a las entidades se les está penalizando por tener deuda pública de países periféricos, provocando caídas de sus acciones en Bolsa, por ejemplo", ilustra Virginia Romero, de Ahorro Corporación. "Sin embargo, los Estados necesitan más que nunca que la banca compre su deuda. El ahorro de las familias da para lo que da, y 2011 será un año especialmente complicado, por el volumen de vencimientos y de nuevas emisiones", añade.Por eso, expone Romero, "el Banco de España planea que la deuda soberana no contabilice contra los recursos propios de las entidades. Es una práctica habitual en países como Italia o Francia, y limitaría la salida de la banca de los activos de deuda", asume. "Además, al Estado le conviene que sus emisiones las compre la banca de su país". asegura. "El inversor extranjero tiende a huir antes si se da una pérdida de confianza, que es lo que ha ocurrido en Grecia, Irlanda o Portugal, con la mayoría de títulos en manos extranjeras", explica.

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