Las exportaciones chinas y la inflación
Las exportaciones chinas han sido una de las principales fuerzas deflacionarias mundiales de la última década, pero esto está cambiando. Las exportaciones aumentaron un 35% en noviembre -debido en parte al alza de los precios y no a la recuperación económica global-. Las fábricas están asumiendo los costes de materias primas más caros y la subida de los salarios locales. Un yuan debilitado hace que sea más fácil para ellos. Un signo de la inflación es que el valor de las exportaciones se eleva por encima del volumen. Este fue el caso en 14 de las 18 rúbricas de exportación en los primeros 11 meses del año, según Aduanas. E incluye los básicos como azúcar, aceite y metales pesados. Los precios electrónicos y de equipos también subieron. Las exportaciones de equipos de procesamiento de datos crecieron un 36% y su volumen, un 30%.
El aumento de los precios de productos básicos es, en parte, el culpable. El coste de la unidad de hierro importado ha escalado hasta el 60% en 11 meses. Pero los mayores costes laborales son también un factor. Una docena de ciudades chinas ha elevado a principios de 2010 el salario mínimo. Los ingresos de la población urbana subieron un 10,2% en el primer semestre, según Estadística.
La evidencia del aumento de los precios es preocupante para Pekín. La inflación sobre el consumidor podría subir por encima del 5% en noviembre y alcanzar un máximo en 28 meses, según medios estatales. Esto se suma a los temores de recalentamiento, que puede requerir al Gobierno medidas más estrictas. Hasta ahora Pekín ha hecho ajustes a través de sus canales preferidos. En un esfuerzo por absorber la liquidez, el Bank of China elevó los requisitos de capital bancario a 50 puntos básicos el 10 de diciembre, el sexto aumento de este año.
La debilidad del yuan también influye en la inflación. La moneda se depreció en una base comercial ponderada en octubre y noviembre. Los precios hacen que los ajustes en el tipo de cambio se efectúen por la puerta trasera: incluso si el Gobierno mantiene la tasa de cambio nominal estable, los productos chinos suben. Pero esta no es la solución ideal. Si China aprecia el yuan, las importaciones se abaratan, las exportaciones se suavizan y la presión sobre los precios disminuye. Y, al final, el tipo de interés sube menos de lo necesario.
Por Wei Gu.