Las regiones quedan al margen de los ingresos por el alza del tabaco
El 58% de la recaudación del impuesto sobre el tabaco corresponde a las comunidades autónomas. Sin embargo, el aumento aprobado por el Gobierno el viernes pasado, que supondrá unos ingresos adicionales de 780 millones en 2011, solo beneficiará a la Administración central. Las Haciendas autonómicas no recibirán ni un euro de más.
El Gobierno prevé que la reciente subida fiscal del impuesto sobre el tabaco elevará la recaudación en unos 780 millones de euros adicionales. A pesar de que el sistema de financiación establece que el 58% de los impuestos especiales pertenece a las comunidades, el incremento tributario no servirá para mejorar las maltrechas finanzas autonómicas
De la misma forma que cuando el Ejecutivo baja un impuesto que está parcialmente cedido es la Administración central quien asume el coste, ahora, que se produce la situación inversa, también será el Gobierno quien recogerá todos los beneficios.
Fuentes del Ejecutivo defienden que no tendría sentido que el Gobierno cargase con el desgaste político que supone subir impuestos para que fueran las comunidades quienes se llevaran los recursos adicionales.
El aumento del IVA tampoco se tradujo en más fondos para las comunidades
En cualquier caso, el incremento impositivo elevará los ingresos tributarios del Estado en 2011, que sirven de referencia para calcular los anticipos a cuenta de las comunidades. Así, será en 2012 cuando las autonomías recibirán más dinero por el impuesto sobre el tabaco. Ahora bien, los mayores recursos derivados de los impuestos especiales se restarán de las transferencias del Estado.
"Las variaciones en los tipos impositivos estatales de los impuestos especiales e IVA determinarán una revisión del fondo de suficiencia global", señala un artículo de la Lofca. Ello significa que el incremento de la recaudación derivada de una subida de impuestos supondrá una disminución proporcional del fondo de suficiencia, que es el mecanismo de cierre del sistema.
Así, lo que se gana por un lado se pierde por otro. La misma situación se produjo con el incremento del IVA, que no supuso en términos globales un aumento de los recursos autonómicos.
Por otro lado, el reparto del impuesto sobre el tabaco se realiza en función de la cuota de mercado de cada comunidad autónoma. Cataluña y Andalucía suman el 40% de las ventas y, por tanto, son las que más ingresan por este impuesto, seguidas de la Comunidad Valenciana y Madrid.
El precio de la cajetilla sube más que los tributos
La subida del impuesto sobre el tabaco ha provocado un incremento inmediato del coste de las cajetillas. Sin embargo, el aumento no ha sido proporcional y el precio del tabaco ha subido más que la fiscalidad. El Gobierno tenía previsto que si las tabacaleras trasladaban a precios el 100% del incremento fiscal, marcas como Fortuna o Nobel pasarían de costar 3,4 euros a 3,66 euros. Sin embargo, las tabacaleras han fijado el precio en 3,75 euros.El paquete de Marlboro, que es la marca más vendida en España, ahora cuesta 4,25 euros frente a los 3,85 euros que valía antes de la subida impositiva. Este incremento, según los datos que maneja el Gobierno, es superior al aumento tributario. En cualquier caso, la cajetilla de Marlboro seguirá manteniendo un precio menor que en el Reino Unido, Francia o Italia.Ello no significa que los impuestos en España sean más bajos. De hecho, en Italia, la carga fiscal que soportan los fumadores es menor que en España y, sin embargo, el precio es mayor. Con la subida del viernes, la fiscalidad del tabaco se traduce en un impuesto específico, que grava con 12,7 euros cada 1.000 cigarrillos, y un tributo ad valórem que asciende al 57% sobre el precio de venta. Además, el impuesto mínimo, que se aplica a las marcas más baratas, subió de 91,3 euros por cada 1.000 cigarrillos a 116,9 euros.