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Los subsidios se reducirán de manera paulatina

Bruselas amplía las ayudas a la minería del carbón hasta 2018

Los subsidios, condicionados al cierre de las explotaciones, se reducirán de manera paulatina.

La Unión Europea aprobó ayer por mayoría cualificada el proyecto de Reglamento que permitirá extender hasta 2018 las ayudas públicas para el cierre de las minas de carbón deficitarias, entre las que figuran la mayoría de las españolas.

La Comisión Europea (CE) había planteado prolongar las ayudas hasta octubre de 2014. Pero la resistencia de países como España o Alemania ha forzado una prórroga adicional. A cambio, los socios europeos se han comprometido a un estricto calendario de reducción progresiva de las ayudas, que deberán caer un 25% en 2013, un 40% en 2015, un 70% en 2017 y desaparecer un año después.

El acuerdo se cerró ayer en la reunión semanal de los representantes permanentes de los 27 Gobiernos de la UE en Bruselas. El texto de compromiso, presentado por la Presidencia belga de la UE y aceptado por la Comisión Europea, se aprobó por mayoría cualificada con el rechazo de Suecia y algunas reservas, por diferentes motivos, de Polonia y Holanda.

La posibilidad de despejar el expediente se abrió ayer por la mañana, cuando la Comisión aceptó negociar la prolongación del calendario cuatro años. La claudicación del organismo presidido por José Manuel Barroso se produjo, curiosamente, durante una reunión a la que no asistió la comisaria de Medio Ambiente, Connie Hedegaard, según informó la agencia Efe. Hedegaard, una de las principales partidarias de acelerar el cierre de las minas no productivas, se encontraba ayer en Cancún en la cumbre sobre el cambio climático. Curiosamente, también.

Sin Hedegaard en la mesa, la Comisión Europea encomendó las negociaciones al comisario de Competencia, Joaquín Almunia, quien advirtió, no obstante, que no aceptará un compromiso "bajo un camino distinto del de la reducción progresiva" de las ayudas.

El departamento de Almunia presentó en julio el proyecto de Reglamento, que preveía una reducción en las subvenciones de, al menos, el 33% en los primeros 15 meses de su aplicación (a partir del 1 de enero de 2011) y su desaparición total cuatro años después.

Aquel texto, más curiosamente aún, se aprobó en una reunión de la Comisión a la que no asistió el titular de Energía, el alemán Günther Oettinger. Berlín exigió después que las ayudas se prolongasen hasta 2018, calendario que finalmente se ha aceptado. Para Almunia, el acuerdo, que será ratificado a nivel de ministros el viernes, supone el carpetazo a un incómodo expediente.

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