El colegio privado aún marca la diferencia con el público
El informe PISA señala que existe una brecha "moderada" de 37 puntos.

España es el quinto país del mundo que tiene más centros privados de enseñanza, según ha puesto de manifiesto el último informe PISA elaborado por la CEOE sobre una base de 65 países. El 31% de sus colegios cuentan con financiación privada, un porcentaje solo superado por Países Bajos (65%), Chile (53%), Corea del Sur (36%) y Argentina (35%). Además, esta tasa resulta casi el doble que la media de países de la OCDE (17%) y supone ocho veces más que el resto de los países europeos, donde apenas existen un 4% de estos centros.
Sin embargo, esta alta escolarización privada, que se repite casi en igual porcentaje en la mayoría de las comunidades autónomas, no significa una distinción importante en excelencia educativa. Es más, el informe, que examinó en España a 27.000 alumnos de 15 años, señala que "la diferencia de 37 puntos a favor de los centros privados en comprensión lectora se reduce a 19 puntos al detraer el efecto del nivel socioeconómico de las familias de los alumnos y a 7 puntos si se quitase este efecto acumulado, lo que arroja una diferencia estadísticamente poco significativa".
Esto es, que aunque sigue existiendo una brecha entre los alumnos que estudian en la enseñanza privada, lo que marca definitivamente al alumno no es tanto la calidad recibida en el centro sino la situación familiar. "En los entornos socieconómicos más modestos los alumnos españoles obtienen mejores resultados que los de la media de la OCDE, mientras que en los más favorecidos, los resultados españoles son más modestos que el resto de países", añaden.
Por todo ello, el informe PISA concluye que "las diferencias entre unos centros y otros son en España moderadas y debidas, fundamentalmente, a los efectos de los entornos sociales, económicos y culturales de los alumnos".
En el resto del mundo, tampoco se observa un impacto destacado en el aprendizaje del alumno según haya estudiado en un centro privado o público. Entre los estudiantes de un tipo de colegio y otro tan solo 7 puntos de margen en Finlandia, 16 puntos en Corea del Sur y 18 puntos en Alemania.
España, por tanto, presenta una de las brechas más altas entre ambos sistemas, similar a la de Chile (36), Suecia (35) y Portugal (28). Por comunidades autónomas, la mayor distinción se observa en Canarias, donde se alcanza 59 puntos, seguido de Navarra.
En el gráfico adjunto se observan las diferencias existentes entre los alumnos españoles que estudian en un mismo centro, independientemente de si es público o privado, y entre quienes estudian en distintos colegios. El rango más grande no se percibe entre los diferentes centros, sino entre alumnos de un mismo colegio, donde existe un margen de casi el 70%.
La conclusión de estos datos es que si en el resultado de un estudiante depende de factores como los recursos del centro, los procesos educativos o el funcionamiento de los docentes, lo que más impacta es su trayectoria académica y su entorno familiar.
De esta forma, se observa que en España el 45% de los estudiantes cuyos padres habían terminado los estudios superiores alcanzaron cotas de 504 puntos, lo que significa una mayor excelencia educativa. Por el contrario, solo el 1% de los alumnos, cuyos progenitores tenían únicamente estudios de primaria, lograron llegar a los 400 puntos.
La motivación a la lectura en España tampoco resulta brillante. Quienes consiguieron mejor nivel en la prueba fueron los alumnos que más disfrutaron con la lectura (537 puntos) frente a los que menos les gustaba (439 puntos). No obstante, los alumnos presentan una evolución positiva en lectura desde el año 2000.
España, en cualquier caso, ocupa la posición decimosexta en el gusto por la lectura y llama la atención que sean países latinoamericanos, con una lengua común como es el español, los que estén por encima, como es el caso de Perú, México o Colombia.
El efecto inmigración repercute en los sistemas
El estudio de la OCDE asegura que "el alumnado escolarizado en un sistema educativo diferente al del país de origen de sus familias se ve afectado por esta circunstancia de forma considerable". Esto es importante porque este tipo de alumnos presenta mayores dificultades y en algunas ocasiones lastran la calidad de la enseñanza si no van acompañados de políticas de refuerzo. España cuenta con una cifra de estudiantes inmigrantes similar a la OCDE, un 10%, pero lejos de los sistemas educativos más excelentes donde apenas existen. China solo tiene un 0,5% de inmigrantes, Corea del Sur no tiene y Finlandia solo un 2,6%.Los estudiantes inmigrantes obtienen un peor resultado. En España, solo el 9,5% alcanzó los 432 puntos frente al 10% en la OCDE que llegó a 456 de puntuación. En comprensión lectora, las diferencias son de 43 puntos en la OCDE y de 56 puntos en España, aunque Austria ronda los 67 puntos.El clima disciplinar es otra de las variables que también repercuten en la calidad formativa. El informe PISA advierte que en los lugares donde existe una mayor exigencia los resultados son mejores, aunque mucho más excelentes en la media de la OCDE que en España.Por eso, el último informe recomienda "la conveniencia de que los centros puedan disponer de autonomía para adoptar las medidas necesarias". En este sentido, aseguran que la autonomía de los centros españoles resulta inferior a los promedios de la OCDE, particularmente en relación con el profesorado. "Los directores tienen menos autonomía para proponer nombramientos, despidos de profesores o mejoras salariales", alegan en el último informe.