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Columna
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El BCE amenaza

José Carlos Díez

Los inversores reaccionaron bruscamente ayer a la amenaza ayer de Trichet que advertía "los mercados no deben subestimar nuestra capacidad de reacción". Los diferenciales de periféricos han cerrado con fuerza y las acciones de los bancos europeos han subido más del 5%. No obstante, tampoco debemos subestimar la capacidad del BCE de equivocarse y el euro apenas ha repuntado lo cual es una señal preocupante. Lo que se ha producido ayer es propio de un mercado ilíquido que igual que se desploma se recupera pero motivado por cierre de posiciones cortas y muy especulativas. El inversor institucional tardará en perder el miedo.

Hace un mes el BCE nos citó hoy para retirar medidas de liquidez y se tendrá que retractar mañana por cuarta vez en dos años y las que quedan. El Bundesbank exigía finalizar el plan de compra de deuda pública por ineficaz y eliminar todas las medidas extraordinarias de liquidez a plazo y dejando tan solo acceso ilimitado a semana. Tras la crisis irlandesa esperamos que prorroguen las medidas de liquidez actuales "al menos hasta marzo" y mantengan la subasta trimestral con acceso ilimitado al final del trimestre para garantizar la liquidez al menos hasta junio. También esperamos que continúen con su programa de compra de bonos e incluso que den la señal de intensificarlo. Si no cumplen con las expectativas generadas revertirán la excelente reacción de los mercados ayer y si siguen obcecados en retirar medidas de liquidez, ¡que Dios nos asista! Al igual que en su reunión de mayo en la que afirmaron que no habían ni contemplado la compra de bonos y colapsaron los mercados, mañana podría repetirse la historia. El BCE debe ser creíble y persistente. En mayo anunció el bazuca el lunes y el miércoles dijo que ya había comprado mucho, provocando un nuevo desplome del mercado.

Ayer la subasta de letras a un año en Portugal ha sido muy pobre. El Tesoro solo emitió 500 millones al 5,28%, versus 750 millones al 4,81% de la subasta anterior. Aún así los tipos en Portugal cayeron 30 puntos básicos en toda la curva, reflejando claramente un cambio de sentimiento de mercado tras las palabras de Trichet. En Irlanda, se ha hecho público las cifras del agujero de Allied y Bank of Ireland. Las cifras estimadas son unos 10.000 millones a corto plazo y otros 15.000 potenciales y tienen hasta febrero para conseguir capital privado o quedarán nacionalizados. Aunque Irlanda no tiene ninguna credibilidad tras no detectar el problema en julio con los test de estrés, las cifras son asumibles dentro del Plan de Ayuda y ayudan a reducir la incertidumbre. No obstante, el próximo martes, el Gobierno tendrá que conseguir la aprobación parlamentaria de su nuevo presupuesto y aún no tiene apoyo suficiente, por lo que Irlanda sigue siendo un foco de incertidumbre. Angela Merkel ha moderado el tono de su discurso para relajar la tensión de cara a la próxima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno el 14 de diciembre en la que es necesario un compromiso político que demuestre que somos una unión y que todos tocamos la misma partitura. El problema es que Alemania quiere tocar a Wagner y el resto el himno de la alegría de Beethoven

En España, el presidente tuvo el don de la oportunidad al presentar ayer el plan de medidas que aprobará el viernes el Consejo de Ministros. Reforma de pensiones, transparencia en comunidades autónomas y entidades financieras, reducción del déficit, liberalización, privatización, medidas para reactivar el empleo suenan en oídos de los inversores como las cuatro estaciones de Vivaldi. El doble efecto Trichet y ZP explica que la Bolsa española haya subido el 4,5%, el doble que el resto de Bolsas europeas. A diferencia de febrero, la reacción del Gobierno y del Banco de España ha sido rápida y contundente y nos estamos beneficiando del efecto sorpresa. Hoy hay una subasta clave de un bono a tres años que se verá beneficiada por el efecto Trichet por lo que esperamos que se resuelva con fuerte demanda y ayude a disipar las dudas sobre nuestra capacidad de refinanciación.

Para España pedir un Plan de Ayuda sería una autoinmolación. Nos darían una línea de liquidez que no necesitamos, el Tesoro tienen más de 40.000 millones en liquidez disponible el triple que en marzo, a tipos carísimos y te cierra el acceso a los mercados sine díe. No obstante, la estrategia debe seguir siendo la de la mujer del César, "además de serlo, parecerlo". Ánimo, podemos.

José Carlos Díez. Economista jefe de Intermoney

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