La burbuja de las algas en China
Parece la última prueba de la galopante economía china: la burbuja de las algas marinas. Después del ajo y de la manía de las judías verdes, la inflación de alimentos está imponiendo un aumento del 20% en los precios de las algas en los últimos años.
La sopa de algas deshidratadas es un alimento básico en el norte de Asia, y las tostadas y el sushi están ganando popularidad. Los factores no financieros, como los tifones y el clima cálido, han afectado a la agricultura y limitado la oferta este año. Pero quizá eso no explica el salto en los precios de las algas marinas.
Los agricultores son cada vez menos. Muchas zonas costeras, donde se encuentran las granjas de algas, se han recuperado para construir puertos, viviendas y plantas de energía nuclear. La inflación en los precios de propiedad significa que los mercados y supermercados, donde se venden las algas, tienen que pagar un alquiler más alto. Mientras tanto, las subidas rápidas de salarios han generado cultivos de hortalizas de mano de obra intensiva, haciendo más costosa su producción. Los salarios mínimos se han elevado un 15% en las principales ciudades este año. A medida que más gente abandona la tierra, los agricultores tienen más poder para fijar precios. Por eso los costes para recoger los tomates subieron un 25% en agosto y septiembre, según el CICC. Y elevaron su precio un 50%. El dinero especulativo también ha desempeñado su papel, según el Gobierno. Las bandejas de secado de algas tienen una vida útil larga, lo que facilita su almacenamiento y contribuye al aumento de los precios. La inflación china se está exportando a la economía mundial. El endurecimiento de los requisitos de las reservas bancarias y el control de precios son algunas medidas de noviembre. Pero se necesitan más actuaciones.
Por Wei Gu