Irlanda se convierte en IRPFlanda
El Gobierno irlandés acaba de presentar en Dublín el plan de austeridad para los próximos cuatro años. El castigo fiscal necesario para aumentar la recaudación en 5.000 millones de euros se concentra en el impuesto sobre la renta (IRPF). Se preserva, en cambio, el 12,5% en el impuesto de sociedades.
Los liberales se desmarcan así de la política que han aplicado durante la última década en Irlanda. "Hemos erosionado la base del impuesto sobre la renta hasta un nivel insostenible", reconoce el documento aprobado hoy por el Gobierno de Brian Cowen, aunque en la rueda de prensa el primer ministro ha preferido no buscar culpables de lo ocurrido para no señalarse a sí mismo y a sus correligionarios Bertie Ahern y Charlie McCreevy.
Las sucesivas reformas fiscales habían conseguido que el 45% de los posibles contribuyentes quedaran exentos del IRPF: Y que los tipos más altos de imposición sólo gravasen al 13% de las rentas en 2010 frente al 23% en 2004.
Ahora se revertirá esa política para aumentar en 1.875 millones de euros la recaudación del impuesto sobre la renta, en 865 millones la tributación de las pensiones. Se eliminarán exenciones fiscales por un valor de 665 millones. Y se subirá dos puntos el IVA desde el 21% para obtener 570 millones.
"Ninguna persona, ningún grupo o sector quedará absuelto de contribuir de manera adecuada a la resolución de las dificultades", resume el Gobierno un plan que incluye la reducción del salario mínimo o la eliminación de 24.000 puestos de trabajo en la administración.
Se mantiene, sin embargo, el impuesto de sociedades. Y Los impuestos sobre el capital sólo aportarán al plan unos 145 millones de euros, cifra que quizá ni siquiera se alcance dada la inestabilidad del mercado, según reconoce el plan.