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Nuevo paso adelante en la alta velocidad

Viaje de negocios con vuelta en el día, clave del nuevo AVE

Renfe peleará con el avión por el pasaje de la ruta Madrid-Valencia, que antepone el tiempo de viaje al precio.

Joaquim Clemente / Antonio Ruiz del Árbol

Comparar el nuevo servicio de alta velocidad ferroviaria que entrará en servicio el próximo día 19 de diciembre entre Madrid, Valencia y Albacete con los trenes Alaris, que realizan ese recorrido en la actualidad, es un ejercicio más complejo de lo que aparenta a simple vista. Desde Renfe, como operadora, se defiende, de hecho, que no es posible "porque se trata de servicios completamente distintos", aseguran desde la compañía.

Lo cierto es que tras desvelarse el plan de negocio de Renfe para la nueva línea del AVE surgieron las primeras críticas, centradas sobre todo en el precio. El billete de ida entre Madrid y Valencia, por ejemplo, se encarecerá un 68% al pasar de los 47,5 euros actuales del Alaris, a los 79,8 que costará el AVE. Pero no es suficiente atender únicamente al precio como variable a la hora de comparar. La duración del viaje es un elemento esencial, especialmente para el segmento de mercado al que se dirige la nueva oferta de Renfe: el pasajero de negocios.

Según el estudio de impacto económico realizado por el Centro de Estudios Económicos Tomillo, en la actualidad el 68% de los viajes entre Madrid y Valencia en tren se realizan por razones de trabajo. Esta cifra aumentará al 81% del total con el AVE. En total se esperan 3,6 millones de viajeros en el primer año, 800.000 más que en un ejercicio sin alta velocidad.

La razón que explica este incremento, según el mismo estudio, hay que buscarla en el ahorro de costes que supone para un viajero de negocios el tiempo del trayecto. Ahora, recorrer el tramo entre Valencia y Madrid cuesta casi tres horas y media. Si se suma la ida y la vuelta en el día -uno de los objetivos, ya que permite ahorrar una noche de hotel- en la actualidad el tiempo de viaje, sin contar posibles esperas se acerca a las siete horas, mientras que con el AVE se reducirá a tres. ¿Están dispuestas las empresas a pagar por ese tiempo?

Los estudios encargados por Renfe dicen que sí. Sobre todo porque la alternativa para acortar la duración del trayecto es el avión. El tiempo de viaje por el aire es de algo menos de una hora, pero habría que sumar el tiempo que es preciso estar antes en el aeropuerto así como el trayecto desde la ciudad al recinto.

Pero la clave en la competencia entre Renfe y las compañías aéreas que cubren el trayecto entre las dos ciudades no es solo el tiempo. También es el precio. Aquí la comparación entre ambos medios de transporte se vuelve complejo, si bien arroja elementos clave. El precio del billete de ida en avión desde Madrid a Valencia o viceversa es muy variable, dependiendo del tiempo de antelación con que se compra o del horario del vuelo. Con Ryanair, por ejemplo, se puede llegar a pagar unos casi ridículos cinco euros en su vuelo. Parece una cantidad contra la que difícilmente podría competir el tren.

Sin embargo, ese precio se puede conseguir, al margen de con bastante antelación, aceptando volar en horarios que no están pensados para aprovechar el día en destino. Si se opta por volar en horarios punta, como las ocho de la mañana para ir o las seis de la tarde para volver, desde cualquiera de las dos ciudades, los precios de los vuelos, en este caso con Iberia, que sí tiene frecuencias en esos rangos, la alta demanda fuerza al alza el precio, hasta rozar los 300 euros por trayecto si no se es muy previsor o si no queda más remedio que viajar en una fecha concreta.

Ahí está el nicho de negocio con el que Renfe quiere competir. Pasajeros de negocios, que quieren ir y volver en el día ahorrándose el hotel y que quieren viajar en horas punta.

Para quienes el tiempo del viaje o el horario no sea esencial, quizá la alternativa del avión, o incluso del autobús, que seguro notará un alza en sus pasajeros los preocupados por el coste, será una alternativa a tener en cuenta.

En 4 pasos

1 El nuevo trayecto del AVE entre Madrid y Valencia reduce en más de dos horas el tiempo de viaje respecto al tren actual y al coche.2 El ahorro se traduce en la liberación de 21 millones de horas de trabajo anuales.3 Traducido en dinero, son 408,5 millones de euros, según el estudio del Centro de Estudios Económicos Tomillo.4 Renfe asegura que habrá cobertura de telefonía móvil en todo el trayecto, lo que permitirá aprovechar el tiempo de viaje.

La puesta a punto en casa del 112

La entrada en servicio de los nuevos trenes AVE 112 entre Madrid y Valencia obliga a Renfe a apuntarse a la incorporación de las tecnologías y procedimientos más exigentes en el mantenimiento de trenes de altas prestaciones. Con este objetivo, Integria, la unidad industrial de la operadora, ultima una ampliación de sus instalaciones en la Base de Mantenimiento de Cerro Negro-Santa Catalina, cerca de la estación de Atocha en Madrid. En este centro se procuran desde hace años los cuidados necesarios a la flota de 20 unidades de AVE 100, fabricadas por Alstom; a seis unidades de AVE 130, fabricadas por Talgo-Bombardier y equipadas para servicios de doble ancho de vía; a 19 locomotoras 252 y a 26 unidades AVE 103, fabricadas ambas por Siemens; y a 6 unidades del AVE 120, fabricadas por CAF para doble ancho.Integria pone a punto una nave dentro del complejo donde, a partir de la inauguración del Madrid-Valencia se realizarán las operaciones de mantenimiento de primer nivel de los trenes AVE-112. El taller tiene 415 metros de largo por 35 metros de ancho, está dotado de cuatro vías UIC, un almacén de repuestos automatizado y todos los equipos necesarios para realizar el mantenimiento diario del AVE 112 fabricado por Talgo y Bombardier. Esta puesta a punto cotidiana consistirá en limpiezas interiores y exteriores de los trenes, vaciado de los inodoros, mantenimiento preventivo de corta estadía y reparación de incidencias menores.Renfe ofrece sus nuevo servicio AVE convencida de que aporta ventajas medioambientales y de sostenibilidad que la carretera y el avión no pueden no ofrecen.Según un informe de la operadora, la apertura de la línea Madrid, Cuenca, Albacete y Valencia permitirá que el transporte entre estas poblaciones genere 80.000 toneladas de CO2 anuales menos y permita un ahorro de consumo energético de casi 30.000 toneladas equivalentes de petróleo, sobre una estimación de 3 millones de viajeros.

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