Portugal y España, ¿en el punto de mira tras el rescate de Irlanda?
Seis meses después de Grecia, Irlanda se ha convertido en el segundo país de la zona euro en necesitar la ayuda financiera de sus socios para evitar una suspensión de pagos segura. Ahora la lupa de los mercados se centra en Portugal y España.
Irlanda se ha convertido en el segundo país de la zona euro en necesitar la ayuda financiera de sus socios para evitar una suspensión de pagos segura. Apenas seis meses después de Grecia, Dublín cuya economía representa apenas el 1,7% del PIB de la Eurozona, ha tenido que recurrir a la ayuda internacional, asfixiada por la presión del mercado.
A diferencia del caso griego, que sorprendió a los socios europeos sin herramientas adecuadas para hacer frente a la crisis, los gobiernos de la UE han podido dar una respuesta rápida a la petición de auxilio. De hecho, hacía semanas que desde Bruselas y Fráncfort se insistía al Gobierno de Dublín en que hiciera uso cuanto antes del mecanismo europeo de asistencia creado a raíz de la crisis griega.
Un retraso en la solicitud de la ayuda sólo podría haber provocado mayores costes de financiación y el riesgo de una desestabilización de toda la zona, al contagiarse las órdenes de venta a la deuda pública de otros países, como Portugal o España. Precisamente, los mercados miran ahora a Lisboa y Madrid, que aparecen en muchas quinielas como los próximos países necesitados de un rescate por parte de la UE.
Varios ministros de la Unión Europea confiaron hoy en que el rescate financiero de Irlanda calmará los mercados y evitará posibles contagios a otros países que han sufrido el encarecimiento de la deuda en los últimos meses, como España o Portugal. Incluso el secretario de Estado alemán de Exteriores, Werner Hoyer, afirmó que las causas de los problemas en otros países "son completamente diferentes, por lo que no veo una contaminación del actual problema irlandés".
No obstante, la semana pasada, los expertos de renta fija de JP Morgan aseguraron que el mundo mira a España al hablar de Irlanda o Portugal. Por su parte, en un momento dado el gobierno portugués reconoció que hay un 'riesgo elevado' de que tenga que ser rescatado porque los problemas irlandeses han contagiado al país hasta el punto de que los mercados perciben que las dos economías tienen los mismos problemas, salvando las distancias.
Portugal marca distancias con Dublín
Hoy, el Gobierno portugués expresó hoy su solidaridad con Irlanda y afirmó que el sistema financiero luso, sometido también a fuertes presiones en los mercados, es sólido y se están cumpliendo los planes para reducir el déficit y sanear la economía. Portugal, que la semana pasada vio penalizada su deuda soberana con intereses superiores al 7% por los rumores de que podría verse obligado a pedir ayuda financiera a Bruselas, manifiesta su "apoyo y solidaridad" a Dublín y subraya que la economía lusa está en la senda de la recuperación.
Pero varios analistas financieros y medios económicos expresaron el temor de que los mercados aumenten la presión sobre Portugal. La sensación en los medios económicos de Lisboa era hoy que el país ha quedado en primera fila bajo los focos de la especulación.
España rechaza las similitudes con Irlanda
El Gobierno español ha rechazado por activa y por pasiva cualquier similitud entre España e Irlanda o Grecia. La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, afirmó hoy, en respuesta a varias preguntas, que España está cumpliendo "perfectamente sus objetivos" de reducción del déficit "y todo va absolutamente bien".
El director de la Oficina Económica del Ejecutivo, Javier Vallés, insistió hoy en la solidez del sector financiero español, que, dijo, "ha demostrado que funciona bien" y valoró el "potencial" de crecimiento de la economía de España. No obstante, reconoció que la recuperación "está siendo menos intensa que en otros países", pero indicó que las reformas económicas emprendidas por el Ejecutivo "acelerarán" la salida de España de la crisis. Puntualizó que la economía española ha salido de la recesión "en una recuperación liderada por el sector exterior".
Vallés se mostró convencido del cumplimiento del objetivo de reducción del déficit para 2011, 2012 y 2013, al tiempo que recordó que el PIB español crecerá en el cuatro trimestre del año en tasa intertrimestral.Al respecto valoró que los gobiernos regionales también hayan asumido "sus retos" para reducir el déficit de sus cuentas públicas.
Repasó las medidas acometidas por el Ejecutivo frente a la crisis y destacó los beneficios que conllevarán el Plan de Austeridad,las reformas fiscales y la laboral, que -apuntó- "ayudarán a cambiar el modelo productivo".
El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que España no está en la misma situación que Irlanda, que ha tenido que pedir el rescate a la UE. Zapatero trasladó esa garantía a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, reunida en la madrileña sede de Ferraz, según explicó en rueda de prensa posterior el secretario de Organización de los socialistas, Marcelino Iglesias.
Según el análisis de Zapatero, el problema de Irlanda ha sido su gran endeudamiento privado, que ha dañado a los bancos, lo que, a su vez, ha repercutido en la desconfianza de los mercados. A su juicio, esa situación no es comparable a la de España, cuyo sistema financiero ha demostrado su resistencia, certificada hace unos meses por los llamados "test de estrés", gracias al control y a la regulación del Banco de España.
El portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, Amadeu Altafaj, dijo hoy que Bruselas no ve necesario que España adopte más medidas de ajuste para frenar el contagio de la crisis de deuda irlandesa. "No", ha respondido Altafaj al ser preguntado por si el Gobierno español debe adoptar más medidas de austeridad para escapar del contagio. "Por lo que se refiere a España, la situación se está afrontando de forma adecuada con esfuerzos de consolidación fiscal pero también con reformas estructurales que pueden reforzar el crecimiento potencial y la creación de empleo para fortalecer la confianza", ha resaltado el portavoz.
Hace unos días, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, defendió que la situación financiera de España no guarda ninguna similitud ni con Irlanda ni con Portugal. Asimismo, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, aseguró hoy que la situación de España nada tiene que ver con lo ocurrido en Grecia , que tuvo que ser rescatada de la suspensión de pagos por la Unión Europea, ni con las dificultades que en el mismo sentido atraviesa Irlanda.
Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, dijo hoy que "en absoluto" a España le puede pasar lo mismo que a Irlanda y añadió que el Ejecutivo "no está presionando" para pedir ayuda a la UE. Además, Salgado descartó una segunda ronda de medidas de austeridad para frenar el contagio a España de la crisis de deuda de Irlanda por considerar que las decisiones adoptadas en mayo están dando resultado.