Caesars gira la ruleta con su OPV
Un dicho fundamental en el negocio del juego es que la "banca siempre gana". Pero si Caesars Entertainment -el nombre que el operador de casinos Harrahs ha adoptado para su OPV- quiere que los inversores giren la ruleta, debe prepararse para perder algo. General Motors puede despertar el apetito inversor, pero el grupo de casinos tiene muchos problemas en su contra.
Los retos de la compañía son múltiples: demasiada deuda, disminución de ingresos, escasas perspectivas de crecimiento, las propiedades que se han muerto de hambre por los gastos de capital y la poca exposición en el único lugar en el que el juego está en auge, Asia.
Es cierto que muchos problemas de la industria de los casinos estadounidenses fueron provocados por la debilidad de la economía -algo que parecía distante en 2006, cuando las firmas de capital privado colocaban primero sus cartas sobre la mesa-. Pero incluso entonces estaba claro que las compañías de juego tienen que invertir constantemente para arreglar sus casinos y atraer multitudes. Esto es difícil de hacer cuando los pagos por intereses se comen la mayor parte del flujo de caja.
Así, los dueños de Caesars, que ahora incluye al importante hedge fund John Paulson, buscan obtener 500 millones de dólares con la venta, relativamente pequeña, del 9% de la compañía. Esto le permitiría terminar una torre en Caesars Palace y entrar en el mercado de Ohio, abierto a los grandes apostadores.
Tomando el rango de precio entre 15 y 17 dólares por acción, Caesars vendería por un valor de casi 14 veces el Ebitda. Es cierto que se trata de un descuento del 20% para MGM. Tomando en cuenta el perfil de la empresa, esto no parece lo suficientemente barato para atraer las grandes apuestas de los inversores.
Lisa Lee