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Elegido el pasado viernes

Un decano pro buen gobierno para los letrados valencianos

El nuevo decano del Colegio de Abogados de Valencia, Mariano Durán Lalaguna, elegido el pasado viernes por el 31% del censo, considera que uno de los principales retos de su mandato será establecer un código de buen gobierno.

"Crearemos un régimen de incompatibilidades que impida aceptar encargos derivados de la posición de decano y diputados". Además, los miembros de la junta tendrán la obligación de "acudir a las reuniones preparados" sobre lo que se va a discutir.

Para este abogado, casado y con una hija y especialista en derecho privado, otra de las prioridades en estos próximos cuatro años será la puesta en marcha de un consejo asesor para tratar la nueva norma de acceso a la abogacía, cuyo reglamento está todavía pendiente de aprobación por el Consejo de Estado y posterior Consejo de Ministros. "Dicho consejo estará formado por abogados en ejercicio, pero también por profesores que puedan ayudarnos a realizar los convenios con las universidades para tenerlo todo listo cuando el desarrollo esté completado".

Durán Lalaguna, que actualmente ostenta el cargo de secretario general de la Corte Europea de Arbitraje y es uno de los responsables del despacho Durbán, Benlloch, Durán Lalaguna, afirma que quiere "convertir el Colegio de Abogados de Valencia en un centro de servicio al colegiado, pero también muy orientado al ciudadano, como lo exige la Ley âmnibus de Servicios Profesionales".

Su equipo estará formado por Rafael Bonmatí, como vicedecano, y los diputados Luis Maganto, Víctor Saval Lourdes Paramio, Rebeca Lino, José Soriano, Ángela García y Blanca Salinas, junto a Francisco Nemesio, como tesorero, y Susana Izquierdo, como bibliotecaria. A las urnas asistieron unos 3.000 colegiados, de los cuales la mayoría, 2.468, eran letrados en ejercicio, 252 abogados no ejercientes y 25 abogados jubilados.

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