Vehículos hechos en casa
Desde usos militares a médicos. Empresas españolas con presencia en medio mundo fabrican y adaptan automóviles para todos los usos y necesidades
En la carretera nos gusta encontrarnos con coches que parezcan sacados de una película bélica. Con otros, como los fúnebres, no queremos ni cruzarnos, mientras que, más comunes, las ambulancias gozan del respeto de todos los conductores. El parque de automóviles no sólo se compone de turismos: existen vehículos específicos que pocas veces despiertan el interés de los automovilistas y que, sin embargo, pertenecen a una industria innovadora con larga trayectoria en nuestro país y fuera de él.
Indusauto es una empresa valenciana de transformación de vehículos que lleva más de 20 años "fabricando" coches a medida de las necesidades de sus clientes: ambulancias, furgonetas, vehículos de asistencia y "cualquier otro uso que se le pueda dar a un auto". Así lo explica Vicente Alapont, gerente de la compañía, que recalca: "Nosotros somos fabricantes de segunda fase".
Este sector, el de los carrozados, trabaja con algunos (no demasiados) modelos de vehículos convencionales que posteriormente son modificados en diseño -no tanto en motor- hasta lograr el resultado deseado. Una furgoneta común de cualquier marca comercial da paso a una ambulancia totalmente equipada y del modelo más popular de ranchera de Mercedes Benz sale la inmensa mayoría de vehículos fúnebres. Eso sí, todos los proyectos son fruto de un profundo estudio realizado por ingenieros y carroceros. Este tipo de vehículos modificados está regulado por diversas normativas que, en muchos casos, son difíciles de encajar entre ellas. "Existe una serie de normas acordes a la seguridad vial que, en ocasiones, es contraria a las necesidades, por ejemplo, de una ambulancia, que es un elemento sanitario", explica Alapont.
Las ambulancias se tratan como instrumental sanitario y por ello están reguladas por el Ministerio de Sanidad. Además cada comunidad autónoma aporta su propia legislación. Industria se encarga del transporte de viajeros, algo que también influye en estos vehículos y por si fuera poco, el Ministerio del Interior (en concreto, la Dirección General de Tráfico) tipifica los temas relativos a la seguridad vial en dichos casos.
Por otra parte, el proceso de fabricación de un vehículo sanitario no es sencillo. "Se trata de conjugar diferentes factores, entre ellos, la seguridad vial y la efectividad médica". Continuamente las empresas carroceras y transformadoras investigan nuevos materiales y fórmulas para lograr la máxima seguridad y aislamiento ya que "hace algunos años, una ambulancia no era, precisamente, el automóvil más seguro en carretera", comentan desde Indusauto. Para abaratar costes y acortar tiempos, las furgonetas originales se piden a las fábricas con el acristalamiento propio.
Un proceso de transformación simple, aquel que se realiza para obtener una ambulancia común puede costar más de 12.000 euros, a los que habría que sumar el precio de la furgoneta de la marca comercial. Sin embargo, una UVI (unidad de vigilancia intensiva) móvil puede suponer un desembolso de unos 35.000 euros, y eso sólo su fabricación. Por ello, no es de extrañar que los pedidos de ayuntamientos e instituciones públicas hayan disminuido considerablemente en los últimos meses. "Es en este punto donde nuestro sector se resiente duramente ante la crisis", comenta Alapont.
Puede parecer lo contrario. De hecho, como comenta el gerente de la carrocera, "casi nadie se habrá parado a pensarlo, pero un coche fúnebre trae detrás un importante proyecto de ingeniería". Para este tipo de vehículos, la casa alemana Mercedes fabrica un autobastidor (sin completar) a partir del cual deberá armarse el tipo de coche por todos conocido. Sin embargo, se ha de modificar la suspensión, la dinámica y hasta el control de estabilidad electrónico, y lograr mantener las prestaciones de un vehículo de alta gama.
Indusauto exporta y comercializa en el extranjero muchos de sus vehículos fúnebres. "Son coches de más de 200 caballos que deben responder como un Mercedes ya que en países como Alemania no existe limitación de velocidad en muchos tramos de autopista", explican desde la empresa.
Dentro de la gama de los denominados "vehículos especiales" están también aquellos que prestan servicios de emergencias y seguridad. En este ámbito, la empresa gallega Urovesa (Uro Vehículos Especiales SA) cuenta con una experiencia acumulada de más de 15 años en el sector y ha llegado a convertirse en proveedor del Ministerio de Defensa y otros organismos. Pero Justo Sierra, director de marketing, explica al respecto que, "el histórico de ventas indica que el mercado civil comienza ahora a tener relevancia".
Uro fabrica todoterrenos especiales a medida de las necesidades. Estos vehículos pueden ser militares o civiles. "Hablamos directamente con el cliente informándole sobre las posibilidades técnicas", explica Sierra. Posteriormente, la compañía asesora sobre la solución más idónea a cada necesidad.
Gracias a la I+D, su producto estrella, Vamtac, se desplaza al doble de velocidad que cualquier otro todoterreno y es el vehículo ideal para multitud de instituciones en medio mundo.
Proyectos
Indusauto ha sido en muchas ocasiones responsable de proyectos tan ambiciosos como la creación de furgonetas para dentistas rurales en Argelia. "El trabajo a realizar es totalmente distinto si el vehículo especial se usa parado o en movimiento", aseguran. El Gobierno de este país encargó un auto capaz de llevar el material necesario de este servicio médico a los pueblos más inaccesibles. Otro de los trabajos comunes de la empresa son las furgonetas para cuadrillas de toreros, "algunas de ellas con cama y Play Station integrada", cuentan.
Mil usos para el todoterreno
Los incendios forestales son la máxima preocupación para muchas administraciones provinciales y autonómicas. Para ello, la empresa gallega Uro fabrica distintos modelos de vehículos contra incendios capaces de moverse por cualquier tipo de terreno sin dificultad y garantizando la seguridad. En esta línea, el Gobierno de Galicia adquirió a esta compañía un amplio parque de vehículos motobomba todoterreno.Otros modelos, como los policiales y por supuesto, su todoterreno estrella Vamtac triunfan fuera de España. Justo Sierra, director de marketing, afirma que "la actividad se mantiene gracias a la exportación".El precio final de dichos vehículos depende de la configuración y de las series de fabricación, pudiendo oscilar desde los 90.000 euros hasta los 300.000 euros. "Recientemente, hemos obtenido un contrato fuera de España para unidades muy especiales con un equipamiento cuyo precio unitario supera los 700.000 euros", afirma el director.
Ambulancias a medida
El proceso de transformación para convertir una furgoneta convencional, de cualquier marca conocida, en una ambulancia lista para su uso, puede tardar varios meses. Además, resulta imprescindible conocer las necesidades de los ocupantes (médicos y personal sanitario) que "eligen muy bien qué deben llevar para realizar su trabajo y en qué lugar para que no lo entorpezca", explican desde Indusauto. Existen ambulancias especiales para atender partos, para pacientes con movilidad reducida, para realizar traslados colectivos o para asistir, únicamente, en parado.Uno de los puntos fundamentales y quizá lo que más encarece el precio de estos vehículos, reside en una instalación eléctrica especial dentro del auto, que otorga el soporte necesario al material sanitario que posteriormente llevará. Además, explican los fabricantes que es necesario conseguir que el interior sea "lo más diáfano y limpio posible", con especial atención en los ruidos, pero sin olvidar la comodidad.
Algo más que un servicio
Indusauto se puso manos a la obra para lograr innovar en un sector, el de los coches fúnebres, en el que, como comenta Alapont, resulta "verdaderamente difícil hacerlo, sobre todo en España". Gracias a un cuidado proyecto se logró crear un vehículo fúnebre con la base del Mercedes Clase E (el principal fabricante de este tipo de bastidores) "muy distinto a lo que se ha hecho hasta ahora". Enerxis, como se llama el modelo, ya está disponible y está resultando un verdadero éxito en Italia o Alemania, donde la estética prima en este tipo de ceremonias y resulta ser un evento de tanta importancia, como una boda.El vehículo ronda los 70.000 euros en el mercado y aseguran sus creadores que "ha sido todo un reto" lograr las proporciones y formas deseadas, pero "la utilización de composites en la automoción ayuda a conseguirlo", añaden.Hasta este momento este tipo de coches eran, en palabras de Alapont "una pecera". Ahora, como explica el gerente, "se ve desde lejos que es un Mercedes", y esperan que tenga tan buena acogida en el mercado español.
Las cifras
21 países cuentan con vehículos Uro; además, están presentes en aquellos donde España desarrolla misiones internacionales.35.000 de las ventas de Urovesa se realiza en el exterior. La factoría tiene una capacidad de producción de 1.200 vehículos al año.70% euros (más el precio del vehículo) cuesta fabricar una ambulancia.