Intel comenzará a fabricar chips de terceras empresas a partir de 2011
Por primera vez en su historia, Intel fabricará chips de otras empresas en sus fábricas, un negocio dominado hasta ahora por compañías chinas y taiwanesas. Su primer cliente será Achronix Semiconductor.
El gigante estadounidense de los microprocesadores Intel busca nuevos negocios. Así, a partir de 2011, fabricará, por primera vez, chips de otras empresas. Su primer cliente será Achronix Semiconductor, una pequeña empresa estadounidense con sede en Silicon Valley, dedicada al diseño de un tipo especial de microprocesadores que se utilizan para acelerar tareas de computación como encriptar datos o controlar el tráfico de la red, según avanzó ayer The New York Times.
El mayor fabricante de chips del mundo destinará una pequeña fracción de su capacidad de fabricación para cumplir con este acuerdo; menos del 1% de la misma, según el portavoz de Intel, Bill Kircos. Sin embargo, éste explicó a The Wall Street Journal que su compañía está abierta a fabricar chips para más empresas. En esta misma línea, algunos analistas consideran el acuerdo con Achronix como una muestra de que Intel tiene intención de entrar en el negocio de fabricación de chips por contrato de una manera mucho más significativa. "Creo que eso es sólo el comienzo de la fabricación de Intel para los demás", comenta Gus Richard, analista de Piper Jaffray.
Este movimiento estratégico de Intel hará que la firma entre a competir con compañías de la talla de Samsung y otros fabricantes taiwaneses y chinos en la fabricación de chips diseñados por terceras empresas y específicos para ejecutar determinadas tareas (como cálculos financieros o aplicaciones industriales), ya que resultan mucho más rápidos para ello que los chips de propósito general como los que llevan los PC. Ese mercado de chips mueve en todo el mundo unos 3.000 millones de dólares (2.159,3 millones de euros), una décima parte de los ingresos anuales de Intel.
Aunque históricamente Intel ha hecho inversiones multimillonarias en sus fábricas para mantener su liderazgo en los chips para PC y servidores, Richard señala que la compañía quiere construir una gran empresa más allá de los chips para ese tipo de equipos y cree que trabajar con otras compañías diseñadoras de chips puede ayudarle a aprender de nuevos mercados, además de compensar también los costes de sus propias fábricas. Y es que, en opinión de los analistas, este negocio permitirá a Intel, que ayer subió un 2,59% en Bolsa, explotar excesos de capacidad de producción.
La cifra
3.000 millones de dólares es lo que mueve en todo el mundo el mercado de los chips diseñados para ejecutar tareas específicas.