El mercado confía en la continuidad del legado de Lula da Silva
Los inversores sancionan hoy el resultado de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Los mercados internacionales arrancan hoy con la mirada puesta en Brasil. El país celebró ayer la segunda vuelta de las elecciones presidenciales para elegir al sucesor de Lula da Silva, el politico que ha convertido a este país sudamericano en referente económico y bajo cuyo mandato Brasil ha dejado de ser una promesa de crecimiento para emerger como una de las economías más pujantes del mundo.
El legado de Lula da Silva promete tener continuidad en Dilma Rousseff, la candidata del Partido de los Trabajadores, arropada por el presidente saliente durante toda la campaña electoral y favorita en todos los sondeos. Al cierre de esta edición, las encuestas la daban como ganadora frente a su rival en esta segunda vuelta electoral, José Serra, ex gobernador del estado de Sao Paulo.
Por su parte, el mercado ha apostado en las últimas semanas por una línea de continuidad con la gestión anterior, más allá incluso del signo político del ganador. No en vano, Brasil ha consolidado en los últimos años una estructura financiera y fiscal sólida y capaz de atraer de forma creciente a la inversión extranjera. Tanto la candidata oficialista, Dilma Rousseff, como su opositor José Serra han contado en mayor o menor medida con el beneplácito de los inversores y la campaña electoral no ha llegado a despertar un clima de incertidumbre ni especial inquietud en el ámbito financiero. Tampoco entre las empresas españolas, con fuertes intereses en Brasil. De hecho, el 10% del beneficio de las empresas del Ibex procede de allí.
Brasil es referencia clave para el Ibex. Este país aporta el 10% de su beneficio
Banco Santander, Telefónica o Repsol son evidentes ejemplos de la importancia estratégica que tiene Brasil en sus respectivos negocios, en las cuentas consolidadas de estos grupos e, inevitablemente, en su cotización en Bolsa. Santander, que materializó el viernes pasado la entrada de Qatar Holding en el capital de su filial brasileña, cuenta con 21 millones de clientes en el país y una cuota de mercado del 12% en créditos. Repsol encontró en la china Sinopec, a la que vendió el 40% de su filial, al socio para desarrollar su actividad en Brasil y Telefónica, con el cierre de la compra del 50% de Vivo, se posiciona como la primera operadora del país.
En plena guerra de divisas, que está provocando la apreciación del real, y ante la continua afluencia de capital extranjero, el Gobierno de Brasil ha decidido recientemente elevar los impuestos a los inversores extranjeros por la compra de renta fija y fondos de inversión. Algunos expertos apuntan a cierto riesgo de que se cree una burbuja financiera, si bien las actuales cifras económicas no apuntan aún en esa dirección.