El precio de la vivienda en EE UU reanuda la senda descendente
El sector de la vivienda no ha terminado de tocar suelo. Tras meses de estabilización y moderado crecimiento de precios, el índice S&P Case-Schiller de precios correspondiente a agosto ha mostrado una tendencia a la baja en el mercado. Según este índice, el más seguido por los analistas y que refleja los precios en las mayores ciudades del país, de julio a agosto el índice de las primeras 10 áreas metropolitanas cayó un 0,1% (un 0,2% con ajustes estacionales), la lectura que incluye a las 20 primeras urbes registra una caída del 0,2% o 0,3% con el ajuste.
En la lectura interanual, los precios apenas subieron un 1,7% el avance más corto desde febrero.
Hasta ahora, los precios habían estado subiendo desde abril debido a que el Gobierno puso en marcha una ayuda fiscal de unos 8.000 dólares para los compradores de viviendas. Era una ayuda temporal y aunque se amplió, lo que ocurrió durante esos meses es que se concentraron las compras. Dado el alto nivel de paro (más de 14 meses seguidos por encima del 9,5%) y la precariedad laboral en general, el mercado no ha podido mantener el impulso dado con esta ayuda ni siquiera cuando la caída de tipos hipotecarios (que están en mínimos históricos) está permitiendo ahorros tan significativos como los que se ofrecía con la ayuda fiscal. Estos tipos, eso si, están produciendo una ola de refinanciaciones.
David Blitzer, responsable del comité que elabora este índice en S&P , afirmaba en el informe que la conclusión que cabe sacarse de él es que es "decepcionante". Blitzer recuerda que 17 de las 20 ciudades que se examinan han experimentado una fuerte debilidad interanual".
Mark Vinter, economista jefe de Wells Fargo, explica que la mayoría de las personas que querían comprarse su primera vivienda lo hicieron a principios de año y ahora el mercado está dominado sobre todo por inversores y personas que quieren aprovechar los buenos precios de las viviendas embargadas, lo que necesariamente tira hacia abajo los precios. No obstante, las ventas de propiedades embargadas van a ver un severo recorte a partir de septiembre debido a que ha sido en ese mes cuando se ha desvelado el escándalo de la falta de diligencia con la que se ha procedido a retomar a posesión por parte de la banca. Parte del mercado de embargos está en moratoria, sobre todo en estados deprimidos como Florida, y las empresas aseguradoras de títulos de propiedad de embargos están revisando con lupa los papeles que le presentan los bancos.
Guy LeBas, estratega de renta fija en Janney Montgomery Scott, en Filadelfia dijo a la agencia Bloomberg que la demanda no está repuntando de forma agresiva y la oferta sigue siendo muy elevada. En septiembre había 10 meses de stock de casas, cuando en un mercado más o menos sano suele haber un máximo de seis meses. "Creemos que los precios no tocarán suelo hasta 2012", explica LeBas.