Galileo tendrá un sobrecoste de 1.500 millones y podría retrasarse hasta 2019
El sistema europeo de navegación por satélite Galileo, cuyo objetivo era rivalizar con el GPS estadounidense, tendrá un sobrecoste de 1.500 millones de euros y su puesta en marcha podría retrasarse hasta 2018 o 2019, una década más tarde de lo inicialmente previsto, según han informado fuentes europeas.
La Comisión ha pedido a los Estados miembros que aporten más fondos pero los Gobiernos se niegan y acusan al Ejecutivo comunitario de gestionar mal el proyecto. De confirmarse el retraso, tanto Rusia como China adelantarán a la UE con sus respectivos sistemas de navegación, Glonass y Compass, que está previsto que se completen en los próximos años.
"Los costes están disparados", explican las fuentes consultadas. El presupuesto inicial estimado para Galileo ascendía a 3.400 millones de euros y la última fecha prevista por Bruselas para iniciar las operaciones era 2014. Pero la propia Comisión admite que con esta cantidad sólo se podrán lanzar en ese plazo 18 de los 30 satélites previstos. Ese número de satélites no permitirá que Galileo sea un sistema independiente, la razón esgrimida por la UE para construirlo, sino que lo convertirá en un mero complemento del GPS.
Según los últimos cálculos realizados por los Estados miembros, si se quiere completar Galileo y garantizar su independencia, el coste real será al menos un 50% superior a lo presupuestado. Parte del sobrecoste se debe a la insistencia de Francia en usar sus lanzaderas Ariane para los satélites en lugar de las más baratas rusas alegando motivos de seguridad.
El problema es que no queda más dinero en el presupuesto comunitario hasta 2013 -de hecho, Bruselas ya ha tenido que recurrir a fondos agrícolas sobrantes para financiar Galileo- y los Estados miembros no quieren poner más fondos en el actual contexto de crisis económica. "No se puede justificar dar más dinero a Galileo al mismo tiempo que se congelan las pensiones o se recorta el salario de los funcionarios", señala un alto funcionario.
La falta de fondos amenaza con provocar todavía nuevos retrasos ya que para obtener nuevos fondos de la UE habrá que esperar a las nuevas perspectivas financieras para el periodo posterior a 2014. De hecho, algunas delegaciones, especialmente la holandesa, siguen cuestionando la utilidad de Galileo y han llegado a sugerir que se abandone pese a los años y el dinero ya invertido.
La UE ya tuvo que rediseñar Galileo en 2007 porque las empresas adjudicatarias abandonaron el proyecto al considerar que suponía un riesgo excesivo. En aquel momento, los Veintisiete acordaron que el sector público asumiera las riendas del programa. España obtuvo un centro de control de Galileo que se situará en Madrid.
El Tribunal de Cuentas de la UE ya denunció en 2009 que Galileo fue mal gestionado por la Comisión en su fase inicial, entre 2003 y 2006, lo que se tradujo en un retraso de cinco años y en una duplicación de los costes, que pasaron de 1.100 a 2.100 millones de euros.