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Fernando Hierro. Director deportivo de la Federación Española de Fútbol

"La selección ha transmitido confianza a España"

El primer director deportivo de La Roja explica su papel de gestor tras el éxito en el Mundial de Sudáfrica.

Pertenece a la generación que devolvió al Real Madrid las copas de Europa. Fernando Hierro (Vélez-Málaga, 1968) intenta transmitir su experiencia como el gran capitán del Madrid y de la selección a su cargo como director deportivo de la federación de fútbol. Un puesto ejecutivo que se ha ido extendiendo por los clubes españoles.

¿Qué queda de aquel mariscal en el campo ahora en el terreno directivo?

Queda no perder la perspectiva de un jugador, porque es enriquecedor. Soy un apasionado del fútbol y estoy muy orgulloso de representarlo ahora en la dirección. Porque en 18 años como profesional, he tenido muy buenos y muy malos momentos, y eso es una experiencia que puedo dar a mi federación, a seleccionadores o a jugadores.

¿No le da apuro ofrecer opiniones como jefe al veterano Del Bosque?

Vicente me hace ponerme rojo muchas veces, porque cuando hay gente delante dice eso de que soy su jefe. Pero realmente qué le voy a decir a alguien de 60 años, con su experiencia y todos los valores que transmite a la sociedad y a los jóvenes. Del Bosque es un ejemplo de valores para la sociedad, un ejemplo para el mundo del fútbol, de comportamiento, en sus ruedas de prensa, en la federación. Es ejemplar en todos los aspectos.

¿Cómo ha sido pasar de ser jugador a directivo?

Es un proceso de aprendizaje, es decir, no hay ninguna titulación oficial para ejercer de director deportivo. Hice un curso de la propia federación, pero un director deportivo no está obligado a hacerlo. La mayor responsabilidad es proponer seleccionadores. Eso y marcar la línea deportiva.

¿Cuál es esa línea?

Apuesto por la línea deportiva del fútbol español, de unas características concretas, de intentar mantener el balón, ser el principal actor en el campo, jugar con gente con talento, intentar jugar bien. A eso le añadimos valores. Que un jugador que venga aquí tenga implicación. No nos quedamos sólo en lo deportivo, en lo educacional tenemos una gran responsabilidad.

¿Qué valores son esos?

Lo que intentamos inculcar es compromiso, humildad, compañerismo, lealtad. Estamos muy pendientes de los chavales. Soy padre de dos hijos y sé que, en el fútbol, el día de mañana, pueden no triunfar. Miramos si tienen problemas con los estudios. Cuando llega aquí un chico con 15 años, nadie tiene una varita mágica de lo que va a ser en 20 años. A lo mejor siete u ocho desaparecen para el fútbol profesional. Tratamos de cuidar a una persona, más que a un jugador.

En este deporte hay mucho dinero, mucha atención periodística, pero ¿cree que las estructuras de los clubes o de la selección están suficientemente profesionalizadas?

Creo que sí. Se está adaptando en la parcela económica y social. En el fútbol han entrado fenómenos nuevos como la Ley Concursal. Hace algún tiempo, que hubiera una Ley Concursal era impensable. El fútbol está en eso, en reconvertirse.

Han llegado al fútbol presidentes con dinero, pero que tal vez no sabían gestionar un club.

Sería un factor negativo para el fútbol que económicamente un empresario muy poderoso ponga dinero e inmediatamente gane. Continuamente hay sorpresas, hay mensajes de que no solamente con dinero se ganan títulos o se consiguen logros. El fútbol es una materia inexacta donde hay un balón y no ganan los presupuestos.

La victoria en Sudáfrica, ¿cómo se ha traducido respecto a los patrocinadores?

La federación siempre ha tenido patrocinadores muy fieles, en los buenos y malos momentos. Lo que ha cambiado es que después del triunfo, al celebrarlo con esa espontaneidad, esta selección transmite muchos valores a la sociedad, a la gente joven, por el triunfo y por la humildad con la que se ha vivido la victoria. Hoy en día la marca selección española es una marca de confianza.

¿Atraen nuevas empresas?

Hay muchas propuestas. Cada día es mucha la gente que se acerca. Socialmente este éxito ha llegado en un momento difícil para el país. Esta selección ha contagiado alegría y confianza a España. Estos jugadores han transmitido valores y esa alegría a un pueblo que ha salido con las banderas a la calle y ha disfrutado. Eso era muy necesario para nuestro país. Hoy en día, en el exterior, la imagen de España se ha relanzado. Ahora hay que ver si somos capaces de que nos den el Mundial 2018 en diciembre y en esa pelea estamos, haciendo campaña por nuestro país. Sería un espaldarazo muy importante para nuestro fútbol.

¿Cree que se entiende, precisamente en un momento de dificultad para el país, que los jugadores tengan primas tan elevadas?

Son temas cíclicos, que se hablan cada dos años. La federación y los jugadores acuerdan sus primas y ya está. Pero siempre está la demagogia de hablar de cómo está el país. El que quiera saber cómo son estos chicos, que venga y pregunte en cuántas ONG colaboran o cuántas acciones hacen para el Gobierno.

Escudo del presidente

La clave del éxito en el pasado Mundial de Sudáfrica, según Hierro, es la convocatoria del talento. "Aquí se han juntado tres generaciones, las más laureadas del fútbol español". Chavales que lo habían ganado todo en las categorías inferiores. "Se sienten ganadores con la camiseta de la selección porque lo han hecho de pequeños".Sobre cómo gestionar el éxito, cree que se debe "vivir el presente con mucha humildad". Dentro de sus funciones como primer director deportivo de la federación, desde 2007, está la de proponer todos los seleccionadores de las diferentes categorías, hacer de intermediario entre la federación y el equipo, representar a España en la UEFA o la FIFA o reunirse con los patrocinadores. Cree que el cargo de director deportivo se ha extendido en el fútbol como escudo para presidentes y equipo. "Es una autodefensa", asegura.A la pregunta de si le gustaría volver al Madrid como entrenador o directivo responde con un no rotundo: "Estoy muy contento aquí. Me quedan siete meses".

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