"Con jóvenes responsables da gusto trabajar"
Dirige la firma de cosmética, presente en 80 países, y espera reforzar su posición internacional
Comenzó su aventura empresarial de la mano de Carmen Vidal, fundadora hace 45 años de la firma Germaine de Capuccini, empresa con sede en Alcoy (Alicante) que factura 27 millones de euros al año. Asegura que es peleón, como su madre, aunque no tan exigente como ella.
Gestiona ahora el legado que dejó su madre, la fundadora de la firma.
He cogido el testigo en parte porque desde que era muy joven participé con ella en todos los proyectos, desde el área comercial a la parte administrativa. No es algo nuevo. æpermil;ramos los dos los que hacíamos todo, y los que lo discutíamos todo, que también lo hacíamos. Soy el encargado de que la filosofía de empresa de Carmen Vidal no se desvíe lo más mínimo.
"Ahora mismo no vendemos lo que deberíamos estar vendiendo"
¿Y lo ha conseguido?
Creo que sí, sobre todo en los gestos dirigidos a los trabajadores. Por ejemplo, hace años que ya no está con nosotros, pero seguimos celebrando su santo como si lo estuviera. Seguimos sus pautas, las mismas con las que empezamos a crear esta empresa.
Usted habrá aportado su grano de arena...
Yo he puesto en práctica todo lo que aprendí a su lado. Los que cogemos el testigo de una organización no podemos olvidar nunca el pasado, la historia de la compañía. Aquí tenemos una nueva generación de jóvenes profesionales muy buena. Cuando los jóvenes son responsables da gusto trabajar con ellos. Y eso que no es fácil trabajar con la familia, aunque en nuestro caso era más fácil porque sólo éramos dos. El problema de la sucesión, en nuestro caso, estuvo claro, pero hay veces que cuando muere el fundador o patriarca todo se complica. Mi madre lo dejó todo atado y bien atado.
¿Y usted tiene arreglado ya el tema de la sucesión?
Lo tengo resuelto porque además tenemos un protocolo de empresa familiar, que hemos realizado con la ayuda del Instituto de la Empresa Familiar. Mi madre lo tenía claro, sobre todo por el ejemplo de lo que sucedía en muchas empresas de Alcoy, donde la primera generación la creaba y la segunda la destrozaba. Es importante tener solucionados estos asuntos porque, si no, surgen muchos problemas que pueden ser perjudiciales para la compañía.
¿Es la principal misión de un directivo poner a resguardo la empresa?
Un gestor debe velar por la continuidad de la compañía y dejarla en buen estado a la nueva generación, que será la encargada de darle vitalidad a la empresa, sobre todo en los mercados internacionales. Ahora mismo estamos presentes en 82 mercados, pero no vendemos lo que deberíamos vender. Tenemos que ampliar nuestro horizonte y abrir nuevos mercados. Estamos presentes en China y estamos concluyendo una joint venture en la India, donde son muy fuertes en la cultura del spa.
¿Cuál es su política de expansión?
Como la infantería, metiéndonos donde hemos podido, de manera discreta, viendo cómo se mueve la gente de los países donde nos hemos instalado y respetando sus costumbres y su cultura. Cuando entras en un país hay que tener paciencia y no buscar resultados inmediatos. En los países emergentes lo prioritario no es sólo vender, tienes que implicarte en el proyecto del país. Hay países donde hemos trabajado durante tres años sin saber si íbamos a poder desarrollar el negocio, debido a problemas técnicos o trabas sanitarias. No se trata sólo de vender, sino de tener continuidad.
¿La investigación es el principal secreto de Germaine de Capuccini?
Nuestra inversión en I+D+i es superior al 5% y es lo que nos hace estar a la vanguardia en cuanto a técnicas y productos de estética. Además, nuestros métodos y productos están sujetos a las buenas prácticas de fabricación cosmética desde hace 15 años. Pero la clave de nuestro éxito hay que buscarla en la internacionalización. Gracias a ello, a las exigencias de los mercados, nos hemos puesto al día, en guardia.
¿Qué es lo más complicado de la gestión de una empresa?
La buena marcha de la compañía y luego, las personas. Son las que lo hacen fácil o difícil. Por ello es importante encontrar a las personas adecuadas, y creo que en esta empresa lo hemos conseguido porque se han adaptado muy bien a la filosofa de la marca. Es importante llevar la misma camiseta.
Trabajan con una red de colaboradores de centros de estética; ¿no han pensado abrir los suyos propios?
No, sólo abriremos uno en Madrid, pero será simplemente como referencia de marca. No podemos hacer la competencia a nuestros propios clientes. No es honesto por nuestra parte.
¿Tienen intención de seguir con la misma estructura de compañía?
Somos una empresa familiar, cohesionada y segura. No somos financieros, aunque sí tenemos aseguradas nuestras finanzas porque somos una empresa solvente. En temas financieros somos muy conservadores, lo que no quiere decir que no invirtamos donde hay que hacerlo. Nunca hemos retraído una inversión si ésta era necesaria.
¿La crisis no va con ustedes?
Nos afecta como a todo el mundo. Y el futuro de la empresa no puede mejorar mucho si los mercados no mejoran. No persigo tener una empresa muy grande, sino de calidad.
"De esta empresa no se va nadie"
Tiene una piel cuidada y bien hidratada. Su rostro no aparenta los 64 años que tiene. Advierte que, aunque se cuida poco, prueba todos los productos de cosmética de la firma que dirige. Está abonado a la exclusiva línea Time Expert. Ha reducido su jornada laboral a siete horas y le preocupa que el personal de la empresa concilie el trabajo con la vida personal. Tal vez por ello, el índice de rotación es bajísimo. "No se nos va nadie. Además del trato, que lo cuidamos al máximo, ésta es una empresa segura para trabajar en ella. Hemos creado escuela", señala este empresario, que se ha ocupado y preocupado de que su hijo, y sucesor, aprenda los valores no escritos de una empresa. "Que dos más dos en una compañía no son cuatro, y que no hay que vender más si por ello te desvías de la filosofía de la organización".