Fitch mejora su previsión de crecimiento para España pero eleva la tasa de paro
La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha rebajado la contracción del PIB para 2010, desde el -0,4% al -0,3%, al tiempo que ha revisado al alza su estimación de crecimiento para 2011, desde el 0,5% al 0,7%, aunque advierte de que la recuperación económica en España seguirá estancada durante un tiempo.
En la última edición de su informe 'Global Economic Outlook', Fitch espera que la recuperación de la economía española se mantenga con forma de 'L', con una ralentización del crecimiento del consumo "fuerte" debido al incremento del IVA en el mes de julio. Para 2012, la agencia también ha elevado su previsión de crecimiento una décima, hasta el 1,8%.
Sin embargo, la agencia ha empeorado su previsión de desempleo en España para 2010 y 2011, y espera que la tasa alcance el 19,9% y el 19,7%, respectivamente, frente al 19,6% que recogía en su estimación de julio para ambos años. En cambio, se muestra más positiva respecto a la evolución del paro en 2012, lo que se refleja en una revisión de la tasa desde 19,6% hasta el 18,5%.
La revisión al alza de las previsiones para España coincide con la realizada por Fitch para el conjunto de la zona euro, que en 2010 crecerá un 1,8%, ocho décimas más que en la previsión de julio. Esto contrasta con la situación de Estados Unidos, donde la agencia prevé un crecimiento del 2,7% en 2010, tres décimas por debajo de los estimado anteriormente.
Cambio "sorprendente" en la recuperación
La agencia considera que la recuperación de la economía mundial sigue su curso, pero reconoce que ha habido un cambio "sorprendente" en su composición en los últimos meses, ya que Europa ha crecido en el segundo trimestre de 2010 más rápido de lo estimado, lo que ha permitido compensar una recuperación "más débil" en Estados Unidos y Japón.
En concreto destaca que la mayor sorpresa ha sido la aceleración de la actividad en Alemania, donde el mercado laboral, la confianza del consumidor y los indicadores comerciales apuntan a una recuperación en marcha, después de una caída del PIB del 4,7% en 2009. Por esto motivo, ha elevado al alza su previsión de crecimiento en dos puntos porcentuales, hasta el 3,6%, pese a que prevé una ralentización de su crecimiento respecto al dato del segundo trimestre,
Asimismo, señala que también ha habido sorpresas positivas en los datos de Francia y España, así como en la producción industrial y las exportaciones italianas, en parte impulsadas por la reciente depreciación del euro. Fitch ha elevado una décima la previsión de crecimiento para Francia en 2010, hasta el 1,4%, mientras que en el caso de Italia se mantiene en el 1,2.
Respecto al Reino Unido, remarca que un mejor comportamiento comercial ha ayudado al país a mejorar su crecimiento en el segundo trimestre, aunque un reciente descenso de la confianza y los ajustes fiscales lo reducirán previsiblemente en la segunda mitad de 2010. Finalmente, la agencia prevé un crecimiento del PIB para este año del 1,7%, cuatro décimas más que en la anterior estimación.
"Mediocridad" de la recuperación de EE UU
Por otro lado, destaca que los mercados han reaccionado negativamente a la ralentización en el crecimiento del PIB estadounidense, así como ante otros datos macroeconómicos poco favorables. En concreto, destaca que unos mercados laboral e inmobiliario "débiles" han reafirmado la "mediocridad" de la recuperación del país.
En resumen, destaca que lo ocurrido en los últimos tres meses apenas ha variado las previsiones de crecimiento para el conjunto de las principales economías avanzadas para 2010 (del 2,2% al 2,4%). De cara al próximo año, subraya que el crecimiento dependerá de la relación que exista entre los ajustes fiscales y una anticipada amplia recuperación de la demanda en el sector privado.
En su opinión, el hecho de que estos ajustes sean graduales en las principales economías mundiales permitirá que no se produzca una marcada desaceleración del crecimiento en 2011 en unos mercados laborales más estables. Sin embargo, advierte de que el ritmo de la recuperación registrado hasta la fecha y el recogido en las previsiones para el corto plazo es menor en comparación con otras crisis, lo que deja una recuperación "más débil y vulnerable".