Las infraestructuras hacen país
En un momento delicado para la economía, con una crisis que afecta a todos los sectores, la cuestión es seguir adelante, no pararse, continuar invirtiendo y tomando medidas de forma que se contribuya a la recuperación lo antes posible en el tiempo.
Euskadi afronta un periodo de gran interés y trascendencia para el futuro de sus infraestructuras y su capacidad de hacer frente a los retos de competitividad que le plantean otros entornos, o lo que es lo mismo, de mantener los elevados niveles de desarrollo socioeconómico que entre todos se han alcanzado.
Un ámbito básico para el desarrollo, en el cual se puede invertir sin demasiado temor a equivocarse, es el de las infraestructuras, básicas para comunicarnos y estar más cerca de la actividad económica que generan los mercados interior y europeo. Un país con déficit de infraestructuras pierde competitividad, por eso las infraestructuras hacen país. El objetivo es conseguir la intermodalidad, la interconexión perfecta y coordinada del transporte por carretera, marítimo y ferroviario.
Además, la continua regeneración urbana que vivimos en los últimos años posibilita una ordenación racional y sostenible del transporte. Todo ello tendrá repercusión directa en el empleo, además de sumar efectos positivos en todos los sectores empresariales y en el crecimiento económico. Asimismo potenciará las relaciones interregionales y mejorará las comunicaciones.
Un hecho contrastado y reconocido internacionalmente es la transformación de Bilbao, de Vizcaya y de Euskadi. Sus cambios urbanísticos tienen que ver mucho con el desarrollo de sus infraestructuras y comunicaciones, que hacen más ágil, atractivo y dinámico el entorno natural y social.
Para el futuro de nuestro país es fundamental la vertebración de las infraestructuras. Así lo ha entendido siempre, y es una de sus estrategias, la Cámara de Comercio. Ahí están el puerto, el aeropuerto, Bilbao Exhibition Centre (BEC), la autopista A-8, la red ferroviaria de Vizcaya y ahora su apuesta por la Y ferroviaria.
En concreto, la Y vasca posibilitará posicionar a la Comunidad Autónoma Vasca en el siglo XXI, como ciudadanos y como productores-consumidores, en situación de oportunidades similares con regiones y países del entorno. En este sentido, las Cámaras de Comercio Vascas-Eusko Ganberak apoyan e impulsan desde su creación el desarrollo de estas infraestructuras imprescindibles para cohesionar el país.
El tren de alta velocidad (TAV) es un proyecto estratégico e imprescindible para el País Vasco, una pieza clave en la recuperación económica, que facilitará los desplazamientos de personas y mercancías, y que nos permitirá mirar a Europa y mejorar nuestras conexiones con el Estado.
En los próximos meses, además de la Y ferroviaria, se harán realidad en Vizcaya proyectos como las nuevas líneas de Metro Bilbao, el Palacio de Deportes de Miribilla en la capital vizcaína, San Mamés Barria, la Variante Sur Metropolitana, mejores equipamientos en Renfe, Feve y Euskotren, los nuevos servicios del tranvía, el Túnel del Serantes, la ampliación de la terminal de Loiu, las instalaciones logísticas del puerto, o el parque tecnológico en la Margen Izquierda, entre otras actuaciones, con el fin de vertebrar, cohesionar el territorio y mejorar su actividad productiva.
La construcción de estas infraestructuras básicas y de redes eficaces para el transporte de personas y mercancías posibilitará, sin duda, reactivar la economía y asegurar el futuro. Son inversiones elevadas que generan movimiento económico y crean puestos de trabajo, pero que también deben contemplar el equilibrio ecológico para un desarrollo sostenible de los territorios y para reducir al máximo el impacto medioambiental. No obstante, la superación de la crisis actual influirá en los plazos. Los ajustes presupuestarios determinarán las estrategias y las prioridades, sin olvidar la incidencia que tiene la obra pública en el consumo de materias primas y en el mantenimiento del empleo.
Todas estas actuaciones, con la obligada cooperación entre las distintas Administraciones, irán transformando los entornos urbanos y dando solución a las necesidades del transporte, a la vez que facilitarán la accesibilidad, mejorarán la seguridad, crearán redes de comunicaciones dinámicas y reforzarán nuestra conexión con el mercado interior y exterior. En síntesis, incrementarán la calidad de vida de la ciudadanía.
josé Ángel Corres Abasolo. Presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao