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La respuesta sindical de la crisis

"Esta huelga no quiere derrocar al Gobierno"

Toxo y Méndez rebajan el tono de las amenazas a la espera de una rectificación

Hemos ganado la huelga, ahora no podemos perder el futuro". Con esta frase, el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, reclamó ayer al final de la protesta celebrada en Madrid al medio millón de manifestantes, según las centrales sindicales (40.000 según la policía), que continúen luchando para que el Ejecutivo rectifique sus políticas económicas.

Sin embargo, Toxo moderó el tono de las críticas lanzadas en las semanas previas a la huelga general a la espera de que el Gobierno plantee cambios a corto plazo en la reforma laboral, la de las pensiones o en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado. "Esta huelga no se ha convocado para derrocar al Gobierno, pero si se quiere suicidar, es su problema. La alternativa a un gobierno de izquierdas no es uno de derechas, si no una coalición de izquierdas que no atienda a las exigencias de los mercados financieros y los especuladores". En su opinión, esa coalición se puede forjar en la tramitación de las cuentas públicas, pero advirtió de las consecuencias en caso de que no se produzca. "Si no se fragua ese cambio que reclamamos, se podría llegar a un capitalismo de estado sin derechos fundamentales, como en China, tal y como desea el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán", avisó.

Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, pidió al presidente del Ejecutivo (al que no nombraron de forma directa en ninguno de los discursos) que tome buena nota de las protestas y que ahora debe optar "por atender a la expresión de fuerza de los sindicatos o a seguir siendo sumiso a los mercados financieros, lo que le ha hecho incumplir lo fijado en su programa electoral".

Méndez exigió al Ejecutivo "que se reconcilie con el pueblo español, que ayude a las víctimas de la crisis y que deje de proteger a los culpables", en clara referencia al sistema financiero. "El problema es que, en el fondo, lo que pretenden es que la crisis se convierta en una gran oportunidad para seguir privatizando servicios públicos o reducir los derechos de los trabajadores", recalcó.

"Millón y medio" o "decenas de miles"

A lo largo y ancho de la geografía española se celebraron manifestaciones en el marco de la jornada de huelga. Como es habitual, las fuentes sindicales hablan de gran seguimiento. Según CC OO, "más de un millón y medio de personas" se sumaron en total a alguna u otra convocatoria. Sus cálculos pasan por medio millón en Madrid (40.000 para la policía) y otras 400.000 personas en Barcelona (130.000 según la Guardia Urbana). Siguiendo en importancia, en Sevilla se habrían concentrado 50.000 personas, y en el conjunto de Andalucía se alcanzarían las 144.000. En Castilla y León se habrían sumado 64.500, y otras 110.000, en Galicia.Una de las protestas más masivas se produjo en Oviedo, donde entre 30.000 y 100.000 personas (según la policía o los sindicatos) recorrieron las calles. Los líderes sindicales afirmaron que el seguimiento de la huelga alcanzó allí el 87%, "el más alto del país".Cerca de 12.500 personas participaron en las manifestaciones convocadas en las tres capitales vascas por UGT y CC OO, según los datos recogidos por este último grupo. El sindicato dirigido por Unai Sordo cifró en más de 8.000 personas la participación de la marcha en Bilbao, en la que participaron los dirigentes sindicales regionales. Además, otros 2.500 ciudadanos secundaron la manifestación de Vitoria, y 2.000 más lo hicieron en la de San Sebastián.

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