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José María Fernández Sousa. Presidente de la patronal Asebio y de Zeltia

"Los políticos se gastan el dinero en ladrillos"

Después de dos años, ha pasado de dirigir la asociación de bioempresas en un entorno favorable, a un momento difícil para la biotecnología. Además, reclama más financiación pública para I+D y educación.

Hace un año, José María Fernández Sousa (Madrid, 1945), presidente de la patronal Asebio, contaba a este diario que la biotecnología había llegado a 2009 con buena salud, a diferencia de otros sectores. Pero en la actualidad teme que los recortes en la financiación pública en I+D afecten a la investigación, a las firmas del ramo y al deseado cambio de modelo productivo.

¿Qué espera de Biospain?

Las empresas de Asebio tienen un alto componente de I+D y están próximas a la ciencia, por lo que es un buen momento, donde los científicos comentan las novedades, las cosas que están en vanguardia, y Asebio se nutre y se relaciona con esa comunidad científica. Además sirve para relacionarse con potenciales inversores, tanto de capital riesgo como de Bolsa.

¿Surgirán ideas de negocio?

En Biospain, las empresas pueden dar a conocer sus servicios, sus productos, para vender licencias. Por ejemplo, si se dispone de una licencia en fase II, la puede vender a una compañía farmacéutica o de biotecnología. O si tiene productos, puede vender licencias para que se comercialice. Ya ha ocurrido en ocasiones anteriores y esperamos que siga ocurriendo. Queremos consolidar a Biospain como el evento de biotecnología más importante del sur de Europa.

¿En qué momento están respecto a la falta de financiación?

Estamos en un tiempo delicado. A pesar de la crisis, el sector de la biotecnología en España ha ido muy bien, pero está sufriendo. De manera que son empresas que necesitan financiación para desarrollar sus productos y está costando encontrarla. Por lo cual, es preocupante.

¿Qué esta fallando?

Está fallando todo. Los inversores privados están fallando, el capital riesgo está fallando y las subvenciones, que se obtienen tanto del Gobierno central como de las comunidades autónomas, está siendo más difícil conseguirlas ahora, puesto que tampoco hay mucho dinero.

¿Cómo se puede cambiar este modelo?

Todo el mundo tiene que apretarse el cinturón. Por ejemplo, la canciller Angela Merkel ha hecho unos recortes brutales en Alemania, pero ha dicho que no va a comprometer el futuro del país, de manera que las únicas áreas donde no va a hacer recortes son educación e investigación. En un momento de crisis no deberíamos tocar esas dos partidas, pero luego la realidad es otra. España ha apostado por el ladrillo y es un sector muy fuerte, tiene un lobby muy fuerte, y al final, los pocos dineros que se puedan gastar van para el ladrillo. Se ha visto cómo el ministro José Blanco ha logrado rescatar unas partidas para infraestructuras. Hemos llegado a la crisis porque nos hemos pasado en el tema del ladrillo, pues aprendamos y hagamos un cambio de modelo económico por la sociedad del conocimiento. Pero al final nos encontramos que la sociedad se mueve por lobbies.

¿Por qué falta una apuesta de los inversores privados por la biotecnología?

Porque en España hemos dado unos pasos importantes, de éxito, pero todavía no hay una situación en la que se entienda que la inversión puede ser rentable, ya que en muchos casos no lo es a corto plazo. La gente, ¿en qué invierte? En Telefónica, en el Santander, en Inditex, que pueden tener rentabilidades del 5% o el 7%. ¿Van a invertir en biotecnología?

¿En qué debería consistir el apoyo político?

La primera y única prioridad es más dinero, necesitamos dinero, y que no me digan lo contrario cuando España sólo está dedicando el 1,2% del PIB a I+D y estamos a la cola del mundo. Si andamos con otros discursos, no saldremos del hoyo nunca. Queremos más I+D+i, porque luego estos políticos se gastan el dinero en ladrillos.

El problema, aparte de la transferencia desde la ciencia básica, ¿no será una falta de tejido industrial?

Sí, son hándicaps que tenemos. El tejido industrial y biotecnológico no están todavía al nivel de otros países como Estados Unidos. Pero en Europa tampoco se han dado muchos casos de éxito en biotecnología.

Respecto al MAB, ¿va a ser una alternativa para muchas empresas?

Para algunas sí. Ya están ahí las dos primeras. Tal vez no estamos en un buen momento para juzgar al Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Como no hay dinero se han captado pocos recursos. Lo sé porque hay algunas empresas de biotecnología que no se atreven, a la vista de que por ahora sólo permite captar entre cinco y seis millones (las que han salido han logrado eso). Si el objetivo es captar entre 18 o 20 millones, el MAB todavía no está preparado. Este no es el mejor momento para medir hasta cuánto se puede conseguir en el mercado.

Las promesas incumplidas de las regiones

El presidente de la farmacéutica Zeltia y de Asebio se queja de que los Gobiernos regionales inicialmente dijeron que iban a apostar por las biotec, pero la realidad ha sido otra: "En algunas comunidades autónomas ha habido recortes. Donde hay mayor porcentaje de compañías de biotecnología, que es en Madrid y Cataluña, sí está llegando menos dinero. Salvo Navarra y el País Vasco, las demás están prometiendo más de lo que están dando".Sin embargo, tiene buenas palabras para la gestión del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial. "CDTI ha funcionado muy bien. El dinero que le da el Ministerio de Economía lo administra y lo gestiona muy bien. ¡Claro que si Economía le diese el doble! El CDTI, desde que llega Maurici Lucena, se empieza a gestionar bien; los anteriores eran un desastre", asegura.Respecto al private equity también es crítico: "No sólo no acaba de arrancar, sino que el capital riesgo en España va diciendo que las empresas de biotecnologías españolas están muy caras". Pero al final pone una nota positiva. "El capital español no ha invertido prácticamente en biotecnología. Pero va a ver un cambio que va a ser bueno. Hay que dar una nota de optimismo. Tanto desde la Administración central como de las comunidades hay partidas para apoyar el capital riesgo. Esto catalizará también una parte privada. Por ejemplo, el ICO va a destinar 300 millones, y la biotecnología va a ser uno de los objetivos".

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