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Columna
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Día de dinero lluvioso

Los topes de Basilea podrían ser dolorosos para los bancos europeos. La mayoría de los prestamistas del continente ya están cómodamente por encima del nuevo mínimo del 7% fijado por los reguladores. Pero el colchón contracíclico y el capital extra podría consumir la mayor parte del exceso. Aunque las entidades tienen de plazo hasta enero de 2019, el análisis de Breakingviews muestra que la mayoría de los bancos europeos ya han sobrepasado el nuevo mínimo de capital social del 7% sobre los activos ponderados por riesgo. En 2011, sólo cinco de los 50 principales bancos europeos no cumplirán con el umbral, según las previsiones de KBW. El principal culpable es el rescatado Commerzbank, con un déficit de 9.500 millones de euros.

Al añadir el colchón contracíclico empeora la imagen. Los reguladores pueden exigir un 2,5% más de capital, dependiendo del ciclo económico. Suponiendo que a final de 2011 estuviera en su lugar el 1,25%, 22 de los 50 principales bancos europeos -incluyendo Intesa Sanpaolo, BBVA y Erste Bank- necesitarían fortalecer sus balances.

Pero es el coste adicional para los bancos del sistema lo que realmente podría resultar doloroso. Los reguladores han dado pocas pistas, pero tendría sentido una escala móvil, de modo que el coste aumente a medida que crecen los balances. Suponiendo que los bancos tuvieran que mantener 0,2 puntos de capital para cada 100.000 millones de euros adicionales de activos ponderados por riesgo, la mayoría de los grandes bancos -incluido BNP, Paribas, Santander, Barclays, Unicredit, Crédit Agricole y Société Générale-, se enfrentarían a un déficit a finales de 2011. Entre los grandes, solo HSBC, RBS, Lloyds y UBS tendrían un exceso.

Por supuesto, los reguladores probablemente darían a los bancos mucho tiempo para construir sus topes. Ello debería permitir compensar el déficit con las ganancias reservadas en lugar de aumentar capital. Los bancos también pueden estar autorizados a utilizar las diferentes formas de capital, como bonos convertibles.

La reacción de los mercados a Basilea muestra que los inversores esperan que los bancos cumplan los nuevos objetivos hoy, incluso si no entran en vigor hasta dentro de unos años. Hasta que los prestamistas europeos tengan claros los nuevos topes, sería prematuro pensar en el retorno de capital.

Peter Thal Larsen

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