Barnier propone una tasa anticrisis sobre el pasivo de cada entidad
La UE inicia hoy una ofensiva fiscal contra la banca que apunta a la creación de dos nuevos impuestos: uno, sobre la cuenta de resultados, destinado al presupuesto general del Estado, y otro, sobre el pasivo de cada entidad para nutrir fondos de prevención de futuras crisis financieras.
El comisario europeo de Mercado Interior, Michael Barnier, será el encargado de presentar las nuevas figuras impositivas durante la reunión del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) que se celebra hoy en Bruselas y a la que asistirá la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado.
Una de ellas, la destinada a financiar los llamados fondos de resolución de crisis nacionales, parece ser prioritaria para Barnier. Su departamento ha elaborado un informe en el que plantea a los ministros la necesidad de coordinar la introducción del nuevo mecanismo para evitar distorsiones en la competencia y que algunas entidades acaben pagando la nueva tasa en varios países a la vez.
El documento, al que ha tenido acceso CincoDías, propone que la tasa anticrisis se calcule siempre en base al pasivo de cada entidad, excluyendo los fondos que ya estén cubiertos por el sistema de garantía de depósitos que existen en algunos países, entre ellos, España.
A este respecto, Salgado recordó ayer que el sector bancario español ya dispone de esa herramienta, pero aseguró que "siempre hemos dicho que estaríamos dispuestos a contemplar una forma de completar ese fondo de garantía de depósitos si finalmente eso es lo que se decide".
Barnier también propondrá a los ministros un acuerdo para garantizar que las nuevas tasas "sólo las aplica" el país "cuyas autoridades son responsables de la supervisión y gestión de crisis de cada entidad". Eso evitaría que una firma con filiales en el extranjero tuviera que contribuir al fondo de su país de origen y al de su país de acogida.
Aplicación uniforme
"La tasa", añade el documento del departamento de Barnier, "debe aplicarse de manera uniforme al mismo tipo de instituciones financieras en todos los países de la UE". Las instituciones cubiertas deberían ser todas las entidades de crédito y en ciertos casos, las firmas de inversión.
Los fondos recaudados con la tasa anticrisis, según Bruselas, deberían acumularse en una reserva destinada a socorrer o liquidar las entidades en dificultares. Por ahora, según la Comisión, sólo los fondos creados por Alemania y Suecia (ver recuadro) cumplen esa condición.
La UE quiere, además, que el sector financiero aumente también su contribución a los presupuestos generales del Estado. Y hoy mismo, los ministros de Economía también tienen previsto estudiar dos modalidades de impuestos que, según sus defensores, compensarían los altos beneficios que obtiene la banca con la garantía implícita del Estado y la exención de IVA a los servicios financieros.
Bruselas presentará dos opciones a los ministros: una tasa sobre la cuenta de resultados de cada entidad, que permitiría recaudar unos 26.000 millones de euros al año en los 27 países de la UE; u otra, sobre cada operación financiera, que según los cálculos del Instituto austriaco de Investigación Económica (citado por la Comisión) podría recaudar hasta 372.00 millones de euros.
Bruselas parece inclinarse por la primera opción, entre otras cosas, porque lograría una distribución más equilibrada de los ingresos entre los países de la UE. En la segunda, el 71% de la recaudación sería para Londres.
A esta ofensiva fiscal, el sector bancario debe añadir otra en el capítulo de la solvencia. Hoy se reúne el Comité de Basilea para tratar de definir las nuevas exigencias en términos de capital y liquidez. De acuerdo con cálculos de la asociación alemana de banca, de aplicarse la nueva regulación conocida como Basilea III, deberían recabar 105.000 millones adicionales de capital.
Las cifras
1.000 millones de euros anuales espera ingresar Alemania con la tasa que ha creado para financiar el fondo anticrisis en línea con la propuesta de la CE.2,5% del PIB es el objetivo de recursos del fondo creado por Suecia con una tasa del 0,036% anual sobre el pasivo de las entidades que operan en el país.