España sube de categoría
La decisión de Standard & Poor's de rebajar la calificación a la deuda de Irlanda de AA a AA- ha puesto de manifiesto que los inversores empiezan a diferenciar entre los llamados países periféricos. La rebaja de rating afectó ayer a la deuda de Irlanda, la más castigada, pero también a la portuguesa y, en menor medida, a la italiana, cuyas rentabilidades subían de forma considerable. Por contra, el bono español a 10 años no se resintió, incluso en algún momento llegó a reducir su nivel de riesgo frente al alemán. Es tan bueno como lógico que el bloque de dudosos se haya roto dejando fuera a la economía española, que de alguna manera ha ascendido de categoría, aunque todavía siga sin estar en la liga mayor. Se comprueba así que el pelotón de Grecia (cuyo bono tiene una rentabilidad disparada del 11%), Irlanda y Portugal -que superan el 5%- está más retrasado que España, y también Italia, que se sitúa entre el 3% y el 4%.
El cambio se explica en que sobre los mercados ya no pesa el miedo a un default de deuda soberana, gracias a las medidas de apoyo conjunto para cualquier país del euro aprobadas por la UE y a los fuertes recortes fiscales adoptados por los Gobiernos. Ahora, la inquietud reside en la solvencia de los sistemas financieros, y aquí España ha ganado muchos enteros tras los test de estrés.