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50 millones de edificios en rehabilitación

Viviendas, oficinas, locales públicos, naves industriales... Los edificios consumen hasta el 40% de la energía utilizada en Europa y generan el 36% de las emisiones de gas con efecto invernadero. El Consejo Europeo de Arquitectos (ACE) está convencido de que sin una mejora de la eficiencia energética en los 210 millones de edificios existentes, Europa no podrá cumplir los objetivos de reducción de emisiones de CO2 que se ha marcado a medio y largo plazo.

El ACE cree que las autoridades europeas, nacionales y regionales deberían forzar la renovación en profundidad de al menos cinco millones de edificios cada año en toda Europa, para lograr que en 2020 unos 50 millones de edificios antiguos se ajusten a los niveles de consumo de energía que se exige a los de nueva construcción.

Las cifras del ACE suponen doblar el ritmo de rehabilitación actual que, según sus datos, se sitúa en unos 2,5 millones de edificios al año. Para lograrlo, los arquitectos europeos proponen desde una legislación sobre renovaciones más exigentes hasta incentivos o ayudas fiscales. El plan, que ACE ha trasladado a la Comisión Europea para que lo incorpore a sus planes sobre eficiencia energética, debería incluir también una "renovación" o actualización de los conocimientos de los profesionales del sector de la construcción sobre las técnicas de ahorro energético.

Sin duda, habrá quien acuse a los arquitectos de hacer lobby a favor de la rehabilitación obligatoria en su propio beneficio. Pero las propuestas del ACE parecen tener sentido en un momento en que Europa se esfuerza por rebajar su consumo energético, sobre todo, si se tiene en cuenta que 103 millones de edificios se construyeron antes de 1973, con unos estándares de consumo previos a la primera crisis del petróleo. Y el ACE calcula que al ritmo actual de renovación, la UE necesitará 90 años para acabar con los despilfarros de energía en el parque inmobiliario.

En el caso de España, el objetivo obligatorio de rehabilitación podría ayudar, además, a recuperar parte del empleo perdido en la construcción como consecuencia de actual crisis. Así que tanto Bruselas como Madrid tienen buenos motivos para echar un vistazo al proyecto de los arquitectos.

Foto: Casco viejo de Girona (B. dM., 1-4-2010).

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