Northern Rock gana dinero con su 'banco malo' y lo pierde con el 'bueno'
Paradojas de la vida, la fragmentación del fallido Northern Rock en dos entidades independientes está dando el resultado contrario al esperado. La sociedad que concentró los peores activos (Northern Rock Asset Management, NRAM) cosechó beneficios en el primer semestre del año, mientras que la que recibió el legado positivo de su antecesora (Northern Rock, a secas), anota pérdidas. Así lo explicó ayer Gary Hoffman, responsable de ambas entidades.
NRAM, el "banco malo" que agrupa la mayor parte de las hipotecas residenciales de su predecesora, anotó un beneficio antes de impuestos de 349,7 millones de libras (422 millones de euros), frente a las pérdidas de 724,2 millones de libras de un año antes, por la disminución de las pérdidas por impagos.
Esta compañía, que carece de depósitos de clientes, redujo su dependencia de la línea abierta por el Gobierno para financiarla desde 22.800 millones de libras al empezar el año a 22.500 millones al cierre del semestre. Está previsto que el Tesoro integre en ella el negocio de Bradford & Bingley que no fue a parar a manos de Santander.
Entre tanto, Northern Rock -el denominado "banco bueno"-, anotó hasta junio una pérdida antes de impuestos de 142,6 millones de libras (172 millones de euros) por los costes de separación de su compañía hermana y por la pobre evolución del margen de intereses.
Esta sociedad se financia, esencialmente, a través de los depósitos en balance, que menguaron un 9,7% en medio año. Northern Rock no requiere del respaldo público a sus depósitos desde febrero.
Privatización
La dependencia de Northern Rock de la financiación mayorista abocó a la entidad a una grave crisis de liquidez que derivó en su nacionalización en febrero de 2008. El Gobierno británico desea que vuelva a ser privada, pero esperará a que las condiciones sean las adecuadas.