Esencia mallorquina en Denario
Antonio Obrador es el autor de las mansiones más espectaculares de la isla.
Ha diseñado algunos de los escenarios y de las casas más bonitas y espectaculares de Mallorca. Entre ellas, la de la modelo alemana Claudia Schiffer; los hermanos Escarrer, propietarios de la cadena hotelera Sol Meliá; la familia Fierro y March; el propietario de Camper, Lorenzo Fluxá; el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, y también la de algún banquero, entre otros. Sirva esto como presentación de Antonio Obrador, nacido en Palma de Mallorca hace 53 años, que comenzó estudiando Medicina, pero enseguida se dio cuenta de que no era lo suyo. Es autodidacta en arquitectura, diseño y rehabilitación de espacios, fundador de Denario Diseño Integral y desde 1980 lidera a un equipo formado por profesionales de la ingeniería, arquitectura, diseño, paisajismo, interiorismo y decoración.
Su filosofía de trabajo se basa en un principio muy sencillo: encontrar la solución adecuada a las necesidades de cada cliente. Esto lleva sobre todo tiempo, afirma Obrador, ya que implica un detallado estudio en el que analizan un amplio abanico de factores, como sensibilidad al emplazamiento, respeto al entorno y al paisaje, orientación, vistas e iluminación. Esto significa que el trabajo en equipo cobra aquí especial relevancia y que ha de estar coordinado. "Tiene que existir una comunicación fluida porque lo que queremos es que el cliente se sienta creador de su propia obra y que la sienta disfrutando de la grandeza de la misma". Obrador disfruta estos días de una de las obras más complejas que ha tenido entre manos en los últimos tiempos, y de la que es propietario: el Hotel Cap Rocat, una fortaleza militar del siglo XIX, situada en una zona natural en Palma. "Conocí este lugar y me enamoré de él. Conseguí quedármelo y he participado en toda la construcción, y creo que es el lugar más bonito del Mediterráneo", afirma este empresario que concibe el establecimiento como más que un hotel: nace también con una filosofía cultural y será un escaparate artístico. En ello participa la Fundación Medina Mayurqa, con la que pretende recuperar la esencia de la cultura balear.
El espacio en el que trabaja Antonio Obrador refleja la exquisitez y elegancia que rodea a este creativo. Ocupa un elegante palacete en el centro de Palma, con amplios ventanales a un jardín. Su despacho es confortable, aunque reconoce que pasa poco tiempo dentro. "Me gusta ir de mesa en mesa, hablando con la gente, porque la comunicación es fundamental en nuestro trabajo".
La parte creativa la deja para cuando está tranquilo, para la noche. "Dibujo con la cabeza y necesito el silencio porque el estrés del día a día no te permite concentrarte. Durante el día tengo demasiados asuntos que atender como para pararme a pensar y reflexionar". De hecho, uno de los propósitos que confiesa es bajar el ritmo de trabajo. Esta tarea parece casi imposible. Recibe llamadas constantemente, entre ellas la de un empresario que le reclama en Madrid para que se encargue de la obra de la casa de su hija. "Es imposible parar, pero tengo que hacer el firme propósito de disminuir la intensidad".
La crisis parece no ir con él, afirma que tiene algunos proyectos en espera, pero no le falta trabajo, sobre todo en Madrid, Francia, Mónaco o Portugal. A pesar de ser una autoridad en Mallorca, su obra no se limita a viviendas, sino que también ha participado de la rehabilitación de hoteles de lujo, como la Torre del Remei, en la Cerdaña, o La Florida en Barcelona. "A mí no me importa coger un avión y trabajar fuera, voy donde haya trabajo. El secreto para que no te falten proyectos es diversificar y estar siempre enamorado de lo que haces".
Delega en el equipo y les exige que sean autónomos e independientes, de manera que se responsabilicen de su trabajo. La flexibilidad es otra norma que sigue a rajatabla: "Si un día hay que trabajar 14 horas, se trabaja, pero después me da igual lo que hagan". Asegura que al principio no delegaba, pero con el tiempo se aprende. Lo que sigue supervisando son las obras que tiene en marcha, a las que fotografía hasta la saciedad. "Soy muy autocrítico, no lo puedo evitar".
Una lámpara con material reciclado
Se ha hecho un hueco en el mundo del diseño. Le gusta jugar con las manos, reciclar objetos y diseñar elementos decorativos. El despacho de Antonio Obrador está repleto de materiales con los que enreda a menudo. "He comenzado a hacer una línea de sillas con las cajas de fusiles que había en la fortaleza. También he hecho una lámpara con material reciclado, mesas con los carros que llevaban las balas. Todo se puede aprovechar para crear algo".Otra de sus aficiones es la agricultura. "Quiero incorporar a Cap Rocat cocina ecológica y mediterránea". Para ello dispone ya de todas las razas autóctonas de vacas, corderos y cerdos en una finca próxima al hotel. Pero también está recuperando variedades de tomates, verduras y frutas del lugar."En esta isla hay materia prima muy buena y variada que no se debe perder". Una de sus obsesiones es recuperar tradiciones mallorquinas, entre ellas las flamules, típicas telas que llegaron a la isla a través de la Ruta de la Seda. Viaja todo lo que puede para seguir aprendiendo porque cree que "un creativo no debe tener límites".