La virtud de los valores con visibilidad
Este año es el de la confirmación de que los valores muchas veces denominados value son una de las mejores alternativas de inversión. En realidad, al hablar de estos valores deberíamos clasificarlos como de "crecimiento y calidad a un precio razonable". Sin entrar a discutir cuál es el precio razonable (para muchos un 25% por debajo de su valor justo) lo que sí parece evidente es que después de 2009, siguen estando baratos. Pero no es tanto su precio lo que debería llamarnos ahora la atención. Lo importante es cómo se comportan, las razones de ese comportamiento y lo que nos pueden ofrecer como inversores.
En realidad son en muchos casos franquicias, con poder de establecer precios, con elevados ROE y ROA, bajo nivel de endeudamiento y sobre todo una gran visibilidad de sus beneficios en el futuro. Son valores que siempre están ahí, que no suelen fallar. Algunos dirían que aburridos por previsibles en sus beneficios, otros dirían que con un beta bajo. Y así es, pero resulta que son valores de los que nos podemos fiar, que podemos entender, con un negocio claro y a largo plazo, con los gestores adecuados. No son una aventura oportunista en espera de recoger grandes beneficios y satisfacer deseos de venganza sobre la crisis y el mercado.
Son, además, valores que reciben sus beneficios de múltiples países. Se benefician de la globalización mejor que ningún valor siempre dentro de un esquema de retornos moderados, porque la calidad es mesura, y la visibilidad es tranquilidad. De tanto en cuanto los odiamos y nos dirigimos al sector de turno que pensamos va a reaccionar porque cayó mucho... ¡bien! Es humano aprovechar las oportunidades, pero acabamos volviendo la mirada con envidia a aquellos que siempre sabemos lo que nos van a dar. Y eso hoy en día es un tesoro, porque no hay casi nada de lo que nos podamos fiar.
José María Olabarrieta. Director ejecutivo de VontoBel