Apple libra su primera batalla de imagen con el iPhone 4
Steve Jobs se deshizo en elogios cuando presentó el iPhone 4. Pero el móvil tiene un serio problema con su antena y, según Bloomberg, Steve Jobs lo sabía desde 2009. El producto estrella de Apple lleva así a la empresa a librar su primera gran batalla de imagen en su nueva y exitosa era.
El 24 de junio, Apple lanzó en cinco países el nuevo iPhone 4, un móvil del que se vendieron 1,7 millones de unidades en los tres primeros días. Pese al éxito, desde el primer momento empezaron las quejas. Las llamadas se perdían. Primero Apple lo negó, luego dijo que los usuarios no lo usaban correctamente y luego lo achacó a un problema de software. La realidad es que la antena tiene un problema de diseño y así se lo hizo saber el año pasado uno de los responsables del diseño del aparato.
Según revelaba ayer la agencia Bloomberg, en las primeras fases de diseño, Ruben Caballero, un ingeniero sénior de Apple y experto en antenas, advirtió a los responsables de Apple que el nuevo diseño podría causar problemas en la recepción. Una de las telefónicas que le da servicio también expresó la misma preocupación antes de que el aparato saliera a la venta, según fuentes de la empresa que han optado por el anonimato.
Apple ha convocado una rueda de prensa para hoy, desde su propia sede, que se especula servirá para dar respuesta al problema creado por la antena del iPhone. Es una especulación porque los responsables de la siempre discreta empresa no han querido dar detalles sobre esta comparecencia, que llega curiosamente en la misma semana en la que la revista estadounidense Consumer Reports dijera que no podía recomendar la compra del celular y sugirió que tenía un problema de hardware (como anticipaba Caballero) y no de software, como defendían oficialmente desde Apple.
La situación es delicada porque el iPhone genera el 40% de la facturación de Apple, pero más allá, el hecho de que Jobs sacara al mercado un producto que sabía que podía tener defectos crea el primer gran problema de imagen de una compañía que hasta ahora se ha presentado de forma convincente como una empresa obsesionada con la perfección y los detalles en productos sin fisuras, muy innovadores y que marcan distancia con sus competidores.
Dada su política de mínima comunicación, en esta ocasión, hasta un senador, el demócrata Charles Schumer, ha dicho que Apple no ha dado suficientes explicaciones y ha pedido a la empresa que "arregle este problema de forma transparente". El miércoles la firma de análisis Bernsteis Research cifró en unos 1.178 millones de euros el coste para Apple de reparar los iPhones 4.
Comparación con Vista
Los problemas que vive Apple con su iPhone 4 ha dado pie a la burla de alguno de sus más directos rivales. El director general de operaciones de Microsoft, Kevin Turner, no se cortó ayer al asegurar que "el iPhone 4 podría convertirse en el Vista de Microsoft". El ejecutivo comparaba así el estrepitoso fracaso que sufrió su compañía con ese sistema operativo (anterior a Windows 7) y que tantas críticas le trajo de usuarios, socios de la industria TIC y accionistas.Turner aprovechó que Microsoft tenía reunidas a más de 10.000 personas en un evento en Washington para lanzar mensajes envenenados. "Una de las cosas que quiero asegurarles es que podrán usar el Windows Phone 7 y no tendrán que preocuparse de cómo sujetarlo para realizar una llamada", dijo mofándose de las instrucciones que había dado Jobs sobre cómo coger el iPhone 4 para no tener problemas de cobertura.Aunque es cierto que el nuevo iPhone está dando serios dolores de cabeza a Apple, lo que sorprende es que sea Microsoft quien se atreva con las burlas. Y es que, según muchos expertos, Microsoft tiene perdido en estos momentos el tren de la telefonía móvil y ha tenido que retirar sus móviles Kin dos meses después de lanzarlos al mercado por el fracaso en sus ventas.