China aglutina ya el 31% de las reservas mundiales de divisas
China, Japón y Rusia acumulan ya la mitad de las reservas monetarias mundiales, que alcanzan los 8,1 billones de dólares estadounidenses. Sólo el banco central chino cuenta ya divisas por valor de 2,5 billones de dólares, el 31% del total del planeta.
Los desequilibrios mundiales siguen su marcha pese a los llamamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Uno de ellos es la fuerte concentración que se está produciendo de divisas entre las principales economías emergentes del planeta. A la tradicional posición de superávit de Japón se le han unido economías como Brasil, India o Rusia. Esta última cuenta ya con medio billón de dólares en divisas extranjeras. Pero es China la que, sin duda, está marcando la pauta en los últimos trimestres. El banco central de la República Popular cuenta ya con reservas monetarias por valor de 2,5 billones de dólares, casi el 31% del total mundial, según los datos que acaba de hacer públicos las autoridades de Pekín, con cifras hasta junio. Ello supone un crecimiento del 15,1% sobre lo que tenía acumulado el Banco Popular de China en junio del año pasado. Hoy por hoy, China es el principal prestamista de Estados Unidos que utiliza el ahorro chino para colocar sus bonos del Tesoro y financiar así su ingente déficit exterior.
Pero el Gobierno de Pekín está entrando también en compras masivas de deuda pública europea, entre ellas, títulos soberanos españoles. Los inversores chinos y el resto de asiáticos cuentan ya con el 8,6% de los títulos españoles (unos 40.000 millones de euros).
El FMI recoge con especial preocupación la persistencia de desequilibrios comerciales y financieros a escala planetaria. En su último y reciente comunicado sobre las perspectivas de la economía mundial el organismo internacional aconseja que "aquellas economías con superávits externos deben "hacer la transición hasta fuentes de demanda interna más intensas", es decir, hacia un mayor consumo nacional, y a la vez esforzarse por conseguir "tipos de cambio más flexibles", en clara referencia a la revaluación del yuan chino. Precisamente las autoridades de Pekín anunciaron el mes pasado una gradual apreciación de la divisa china, medida que aún no se ha hecho realidad.
El FMI acaba de elevar el crecimiento mundial previsto para este año, del 4,2% al 4,6%, pero también ha elevado los riesgos a la baja de esta estimación dada las mayores posibilidades de deterioro de las condiciones financieras internacionales.
Mientras esto ocurre, el Ministerio de Industria chino anunció ayer que la producción de acero podría alcanzar este año un nuevo récord con, entre 620 y 630 millones de toneladas. Las acerías chinas produjeron 269 millones de toneladas en los cinco primeros meses, lo que supone un incremento interanual del 23,8%, informó el ministro de esa cartera, Li Yizhong, citado por la agencia estatal Xinhua. En ese periodo, la inversión en activos fijos en el sector del acero chino se incrementó un 13,8%, hasta los 20.000 millones de dólares (15.900 millones de euros), señaló el ministro en un foro sectorial celebrado en Dalian (provincia de Liaoning).
El Ejecutivo chino espera además que la producción de acero continúe creciendo a buen ritmo. No obstante, Pekín no aprobará ninguna nueva construcción en el sector acerero antes de finales de 2011, debido a que el exceso de capacidad supone un obstáculo para que el país asiático ahorre energía y reduzca sus emisiones contaminantes. Son nuevos desequilibrios que se suman a los monetarios.
Huida hacia activos refugio
El espectacular crecimiento del déficit público en las principales economías desarrolladas, sobre todo las europeas (12% del PIB en Reino Unido y 11,2% en España, por ejemplo), ha elevado extraordinariamente el volumen de deuda pública, con perspectivas alcistas para los próximos años. En EE UU, ésta puede llegar al 97,5% del PIB en el año 2011, según las previsiones de la Comisión Europea. "Todo ello ha provocado una huida de fondos desde posiciones de riesgo hacia activos de mayor calidad", recalca el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver. Esto explica el aumento de la cotización en activos como el oro, el cobre, las bolsas de los países emergentes o divisas como el dólar australiano. De igual forma se busca el refugio en los activos financieros más sólidos como los bonos a diez años de Estados Unidos y de Alemania. La prima de riesgo de la mayoría de países europeos se ha disparado con respecto al bono alemán. En el caso de España, se mantiene por encima de los 200 puntos básicos.
La cifra
8,1 billones de dólares es el conjunto de reservas en divisas a escala planetaria, de los que 2,5 billones corresponden al Banco Central de China.