Cambios en el seguro
El sector asegurador, tras experimentar durante los últimos 10 años una gran transformación, se enfrenta a la difícil situación económica y a la futura nueva normativa europea. Sin duda 2010 está siendo un año de transición en el que la presión comercial es fuerte, porque el mantenimiento del nivel de negocio requiere esfuerzos, que en bastantes ocasiones se traducen en la reducción de precios.
Pero también habrá una transición en materia legal. La entrada de Solvencia II, prevista para finales de 2012, implicará una mejor evaluación de los riesgos a los que una compañía se ve expuesta.
Desde un punto de vista cuantitativo, no se espera que afecte notablemente al grueso de las compañías españolas del sector debido a la situación actual de su margen de solvencia y a sus prudentes políticas de inversiones. Las compañías deben entender Solvencia II como una oportunidad para construir una ventaja competitiva para una gestión más eficaz del negocio. Aquellas empresas que simplemente cumplan habrán incurrido en gastos elevados y no habrán obtenido nada a cambio.
La situación de descenso de precios ha tenido un alto impacto en el negocio y en su rentabilidad. Se estima que la prima media en autos ha tenido una caída en precios descontados por encima del 30% en los últimos seis años, manteniendo una elevada rentabilidad. Esto apunta a que el ramo ha disfrutado de una buena rentabilidad por los grandes volúmenes de nueva producción con primas más altas y unos precios de cartera que se mantenían mientras la accidentalidad se reducía significativamente.
En el lado negativo, también ha tenido un gran impacto la crisis económica. Por un lado, menos vehículos vendidos implica menos oportunidades de venta de seguros; por otro, conlleva menos pólizas a todo riesgo. Además, menos poder adquisitivo imprime una mayor avidez de menor precio y el mantenimiento durante menor tiempo de las coberturas de todo riesgo.
Hace unos años conocimos resultados de cuenta técnica de autos del 15%. En cambio, 2009 cerró cerca del 10%, aunque se reduciría por debajo del 8% si descontamos la liberación de reservas para alcanzar las rentabilidades planificadas para el ejercicio. ¿Están las compañías dispuestas a seguir sacrificando márgenes para intentar crecer arañando cuota a sus competidores?
No serían de extrañar estabilizaciones al alza en los precios de nueva producción o, incluso, incrementos de los precios finales en el entorno del 5%-6% de media y subidas en la cartera superiores a esa cifra en los próximos 15 meses.
âscar Huerta. Director de EMB España y Portugal