Los estatutos de PT se convierten en la clave para sortear el veto a Telefónica
Aunque la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE del jueves declare ilegal la acción de oro que mantiene el Gobierno luso sobre Portugal Telecom, el cambio de legislación puede tardar meses o años. Pero hay un camino más corto: demostrar que los estatutos de PT impiden el uso del veto en la venta de Vivo.
El mercado, los bancos de inversión, algunos países interesados y las dos implicadas, Telefónica y Portugal Telecom, dan por hecho que la española se hará con el capital que tiene la empresa portuguesa en la operadora brasileña Vivo antes o después. Así lo decidieron los accionistas de PT en la junta del pasado miércoles y así hubiera sucedido si el Estado portugués no hubiera ejercido su poder de veto sobre esta operación. Uno de los motivos más poderosos para mantener esta expectativa está en el Tribunal de Justicia de la UE, que el jueves dictará sentencia sobre la acción de oro que mantiene Portugal. Todo apunta a que la declarará ilegal, lo que allanará el camino de Telefónica.
Existe la posibilidad de que el Gobierno luso acate la sentencia de manera inmediata y Telefónica pueda hacerse con Vivo en cuestión de días. La experiencia pasada, sin embargo, demuestra que los países condenados han tardado meses o, incluso, años en acatar las sentencias y adaptar sus normativas. España es uno de esos ejemplos, y también lo ha sido Portugal.
El problema para Telefónica es que si Portugal quiere mantener abierta la batalla, PT no podrá hacer nada por mucho que su consejo haya manifestado dudas sobre la legalidad de la acción del Gobierno; aun cuestionada, la normativa actual haría imposible para los administradores de la operadora lusa pasar por encima de ella.
El apartado 'j' del artículo 15º despierta dudas sobre el uso de la 'golden share'
Pero hay un camino intermedio que puede acelerar el proceso sin obligar al consejo de PT a enfrentarse directamente con su Gobierno. Se trata de los estatutos de la compañía y, en concreto, del apartado 'j' del artículo decimoquinto.
Deliberación sobre desinversiones
Ese párrafo alude a una de las materias que no se pueden aprobar en la junta si las 500 acciones especiales de clase A que tiene el Gobierno en PT votan en contra. Se trata de la definición de "los principios generales de participación en sociedades" y la deliberación sobre "las respectivas adquisiciones y desinversiones, en los casos en que estén condicionadas a la autorización previa de la asamblea".
Durante toda la batalla, el consejo de PT ha estado convencido de que este artículo no daba derecho al Gobierno a usar la golden share, porque la venta de Vivo no es una materia que obligatoriamente debía pasar por junta.
Por eso, cuando Portugal planteó su voto en contra, el presidente de PT interpretó que era una mera manifestación de oposición, no un veto. Fue el presidente de la junta -una figura jurídica que tiene la máxima potestad en las asambleas y cuyo cargo asume una persona de reconocido prestigio- quien decidió que los estatutos sí permitían al Gobierno oponerse a la operación y que su voto en contra significaba el ejercicio de la acción de oro.
Ahora, el consejo de PT ha pedido informes legales para estudiar la situación, ante determinadas "dudas jurídicas" que tiene sobre lo sucedido en la asamblea. Una de sus principales opciones es plantear la batalla por el lado de los estatutos y obtener las máximas evidencias jurídicas que demuestren que el artículo 15 deja fuera del poder de veto ventas como la de Vivo.
De esa manera, los directivos de Portugal Telecom podrían deshacer el bloqueo sin un enfrentamiento directo con el Gobierno y sin tener que esperar a que cambie la legislación general, porque serían los estatutos de la sociedad los que determinarían el caso.
Sócrates lamenta que la española no haya buscado una salida negociada
El primer ministro portugués, José Sócrates, está convencido de que el veto ejercido por su Gobierno a la venta de Vivo no atenta contra los derechos de los accionistas. La acción de oro está recogida en los estatutos de PT y los inversores votaron a su favor cuando se privatizó la sociedad, señala el mandatario. En una entrevista con el diario El País, Sócrates apunta a la actuación de Telefónica como responsable del desenlace final de la pugna para comprar Vivo: "Telefónica sabía que teníamos esos derechos especiales desde hace muchos años".A su juicio, la española debería haber negociado con la dirección de PT en lugar de plantear una oferta a los accionistas. "Lo que esperaba era una negociación con la administración. Porque cuando el Estado está en la asamblea general y se encuentra en la disyuntiva de lo tomas o lo dejas, el Estado tiene que responder. Y respondió: no quiero".En la entrevista, el primer ministro descarta que haya dudas jurídicas sobre el uso de la acción de oro en la venta de Vivo, como cree el consejo de PT. "El uso de los derechos especiales en este caso es una cuestión jurídica, no es materia de opinión. A mí me tranquilizó mucho la posición del presidente de la asamblea general, siendo como es un gran jurista".Sócrates se mostró inmune a las críticas o a la soledad. "Un primer ministro no puede dejarse acorralar", sentenció.