Censura unánime a la actuación del Gobierno luso
El veto de Portugal a la venta de Vivo a Telefónica recibió ayer críticas unánimes. Los analistas censuraron en pleno la actitud del Gobierno, al igual que la prensa de varios países e, incluso, la portuguesa. La reacción más tibia procedió del Ejecutivo español. "Es una decisión soberana", dijo Sebastián.
Los inversores han sido ignorados. Esto erosionará la confianza en las compañías portuguesas". Estas palabras fueron recogidas por la agencia Bloomberg y pertenecen a Francisco Salvador, estratega de Iberian Equities, pero reflejan el sentir unánime de los analistas de la banca de inversión.
Y es que las críticas al uso de la acción de oro por el Gobierno portugués contra la decisión mayoritaria de la junta de accionistas de Portugal Telecom no se hicieron esperar ayer. Los analistas fueron los más duros. Lo sucedido con la golden share puede incluso afectar a la estabilidad financiera del país, puesto que quiebra la credibilidad empresarial y mina la inversión extranjera en un momento en que la prima de riesgo está disparada en Portugal, aseguran fuentes del mercado.
"Esto demuestra una falta de buen gobierno corporativo en Portugal, lo que puede considerarse como la sepultura para las operaciones de adquisición y consolidación", señalaba Tim Daniels, analista de la firma londinenses Olivetree Securities, a Reuters.
La prensa también cargó contra el veto gubernamental, pero no sólo lo hizo la extranjera. Las descalificaciones más duras partieron de los medios portugueses, donde se condenó la imagen internacional que transmite el país con esas actitudes y el daño a las empresas nacionales por la desconfianza generada en los inversores.
Pedro Santos Guerreiro, director de Jornal de Negocios, no tuvo ninguna duda: "La utilización de la golden share es inédita, sorprendente y probablemente ilegal. Va contra el mercado, contra la administración y contra la decencia. Y revela un país próximo al subdesarrollo económico. España 2 - Portugal por debajo de 0", escribía ayer en la edición electrónica del periódico.
Portugal no tenía buenas razones para "tirar por tierra su credibilidad", escribía el diario Financial Times desde Londres.
La reacción posiblemente más tibia procedió del Gobierno español. "Es una decisión soberana", contestó ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián, al ser preguntado en Santiago de Compostela por el veto portugués. "No voy a hacer ninguna valoración", añadió. Sebastián quiso alejar al Ejecutivo de la operación y aseguró que él no ha recibido llamadas ni de Telefónica ni del Gobierno luso sobre este asunto.
La Bolsa da por hecha una victoria española
Portugal Telecom amaneció ayer con una subida que llegó a rozar el 9% después de conocerse la nueva oferta de 7.150 millones de euros realizada por Telefónica para comprar Vivo. La euforia fue inmediata. La Bolsa daba por segura la victoria de la española y se apresuró a tomar posiciones.Luego llegó la junta y el veto de Portugal. Las acciones de PT estuvieron suspendidas durante la asamblea y la caída fue en picado cuando se reanudó la cotización, más de un 7%. Pero luego se fue moderando y cerró con un descenso sólo del 1,45%. Telefónica terminó el día subiendo y también cotizaron al alza los dos tipos de acciones de Vivo, sobre todo las que serán objeto de opa si triunfa la venta a la española.El mercado ha dado así su veredicto: la operación saldrá adelante. Puede que no sea hoy, pero la Bolsa apuesta por que Telefónica se librará de la acción de oro y se hará con Vivo.
Telefónica prolonga la oferta hasta el día 16
Telefónica ha optado por tomarse con frialdad el uso portugués de la acción de oro. Los dos consejeros que tiene la compañía en PT abandonaron ayer la junta sin hacer comentario alguno y ella tardó más de siete horas en reaccionar públicamente. Cuando lo hizo fue para cuestionar la actitud del Gobierno, pero sobre todo para decir que la oferta se mantiene en pie hasta el día 16, según el hecho relevante comunicado a la CNMV.Telefónica no habló de recursos ni de actuaciones judiciales. La española considera que el veto es "ilegal" y que vulnera "el derecho portugués, el comunitario y en particular, entre otros, el artículo 56 del Tratado de la CE". Telefónica también apela a la actitud del consejo de Portugal Telecom durante la junta, que manifestó la improcedencia de la golden share en la venta de Vivo. Sólo el presidente de la asamblea lo consideró válido, pero es esta figura la que tiene el poder para decidir en estos casos.Lo que está claro es que Telefónica prefiere evitar la batalla judicial, si es posible. El próximo día 8, el Tribunal de Justicia europeo tiene que fallar sobre la acción de oro portuguesa y todo apunta a que la condenará. Con esta declaración de ilegalidad, espera que se renuncie al veto y que sea el consejo de PT el que acepte.Desde luego, la española no va a encontrar oposición en su todavía socia portuguesa. El consejo de PT se reunió ayer para valorar lo sucedido en la junta y su conclusión es que hay "algunos aspectos legales que requieren ser clarificados". Para ello, ha pedido informes jurídicos. Puesto que tiene de plazo hasta el 16 para contestar a Telefónica, el consejo de PT volverá a reunirse cuando tenga esos informes y entonces decidirá. PT ha cuestionado desde el inicio que el Gobierno pudiera usar la acción de oro contra la venta de Vivo.