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Vida jurídica. Gestión

¿Cuánto vale mi despacho?

Valorar una firma para cerrar una fusión es muy distinto a ponerle precio de cara a una compraventa. æpermil;stas son las claves para hacerlo

El problema

"En estos momentos estamos inmersos en un proceso de fusión con otro despacho y se nos presenta la duda de cómo podemos valorar nuestras firmas o qué método podríamos emplear. Es una pregunta que nos hemos formulado muchas veces. Lo hemos hecho, además, por un segundo motivo, ya que dentro de nuestro plan estratégico estamos pensando a medio plazo, una vez fusionados, seguir creciendo mediante compras e integraciones de otras firmas pequeñas. En estos casos también nos planteamos la misma pregunta: ¿cómo se valora un despacho?

La respuesta

En primer lugar, usted está planteando una operación de fusión entre dos despachos. En este caso el procedimiento de valoración siempre ha sido más objetivable. Es decir, cualquier procedimiento generalmente aceptado suele ser válido. Métodos basados en el balance de la empresa (valor contable, valor contable ajustado...); métodos basados en la cuenta de resultados, Price Earnings Ratio-PER (precio empresa/beneficio), Price Cash Flow Ratio-PCFR (precio empresa/cash flow) y métodos mixtos (según estos métodos de valoración, el valor de la empresa es igual a la suma del valor contable de la misma o valor contable ajustado), más el valor del fondo de comercio. El fondo de comercio es el valor que tiene la empresa por encima de su valor contable o de su valor contable ajustado a precios de mercado. Finalmente, tenemos el método posiblemente más utilizado, pues es el más real y fiable: método descuento de flujo de caja libre, que permite determinar el valor del despacho a través de la estimación de los flujos de dinero que ésta generará en el futuro, para luego descontarlos a la tasa apropiada según el riesgo de dichos flujos. Por tanto, el enfoque conceptual es muy similar al del presupuesto de tesorería.

En segundo lugar, usted también plantea cómo se valora un despacho en proceso de venta. En ese caso, le podemos anticipar que el precio final sólo se conoce el día de la firma de la escritura de compraventa, pues hasta esa fecha todo ha sido pura negociación. Es importante no confundir valor con precio. Un despacho puede tener distinto valor para diferentes compradores y para el vendedor. Para orientarle le podemos anticipar que los ratios que se están aplicando en el sector de asesorías fiscales, contables y laborales actualmente son de entre un 0,8 y 1 sobre la cifra de facturación del último año, y si se calcula según el BAAIT (beneficios antes de impuestos, intereses y amortizaciones) se multiplica entre dos y un máximo de tres años. Estos criterios no suelen aplicarse cuando se trata de un despacho de abogados, pues el fondo de comercio suele estar excesivamente vinculado al titular del despacho y el riesgo es mayor. No obstante, nunca se puede generalizar. Jordi Amado & Consultores Asociados

Las experiencias

"En estos últimos años hemos integrado varios despachos de diferentes características. En cada uno de los casos el proceso de valoración y negociación ha sido distinto, pues ha dependido de tres factores que, para nosotros, han sido esenciales: tipología de clientes (no es lo mismo un despacho donde la mayoría de clientes son empresas, que un despacho donde son personas físicas, sin apenas facturación recurrente); tipología de profesionales y personal (antigüedad del personal, formación, experiencia y especialización), y vinculación y perfil de los socios y/o titulares fundadores del despacho. Según esos tres factores y cómo puedan encajar y aportar sinergias a nuestro modelo y proyecto empresarial, hemos establecido nuestras propuestas de valor. Podemos afirmar que los despachos profesionales son empresas muy peculiares. Pretender valorar un despacho implica conocerlo bien, así como al sector y todos los aspectos que hemos comentado. Marc Domínguez. BCN Consultores de Confianza

"Desde la perspectiva económica actual y fieles al plan estratégico de nuestro despacho, no solemos recurrir al sistema de compra. Nuestra visión está orientada a la captación tradicional de clientes siguiendo nuestro propio plan de marketing o bien a la fusión o integración de equipos profesionales. ¿Cómo los valoramos? Hacemos una estimación del margen bruto del equipo (ingresos menos gastos de personal y todos aquellos necesarios para conseguir esos ingresos -dietas, móviles, desplazamientos-). Una vez conocido el margen bruto, si entra dentro de lo que estimamos como un margen correcto, procedemos a interesarnos por la integración de ese equipo de trabajo. La propuesta sería poder compartir con nosotros el margen, una vez descontados los gastos de estructura. Lo último, y quizás lo más complicado, es la fusión. Para ello es imprescindible que sea un equipo profesional que comparta cultura y valores similares. David Hospedales. Ribé Salat Consulting y Asesoría

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