Apertura al cambio en Sodexo
Stanislas de Saint Louvent lidera una transformación en las soluciones de calidad de vida
Lo primero que advierte es que necesita estar rodeado del equipo. Debe ser así, porque en la entrevista Stanislas de Saint Louvent, director general de Sodexo Soluciones de Motivación, hasta hace unos días Sodexo Cheques y Tarjetas de Servicio, está acompañado por algunos de sus más estrechos colaboradores. "No es confortable trabajar solo, lo que me permite confrontar ideas y valorar la opinión de otras personas". Asegura que su estilo se aleja de los formalismos, que delega en su red de colaboradores, aunque algunos le dicen que delega demasiado. "El día a día me gusta que lo lleve el equipo y para las grandes decisiones o para diseñar la estrategia estoy yo", afirma este ejecutivo, que todavía no ha cumplido un año en el cargo. Asegura que es verdad que el entorno económico no acompaña, pero el momento es un gran reto por el aprendizaje que conlleva. "Ser directivo en estos tiempos es interesante por todo lo que aprendes, aunque también es más tenso para todos".
En los últimos años el crecimiento de Sodexo en España fue elevado, pero con la crisis económica el mercado del beneficio social, entiéndase en este capítulo todo lo que tiene que ver con los tiques restaurante, de guardería o de informática, entre otros, "está un poco parado". Y explica que las empresas, en este caso, sus clientes, controlan sus costes, y "nosotros tenemos que ayudarles a que motiven a los empleados con medidas no demasiado gravosas". Entre los razonamientos que expone destaca las herramientas fiscales que pueden aumentar el saldo neto, sin coste alguno para la empresa que dispone de este tipo de beneficios para sus empleados. Afirma que en estos momentos una de las labores que prima dentro de la compañía es la de consultoría, con el fin de ayudar "a los clientes a mejorar sus objetivos estratégicos".
El nuevo papel consiste en posicionar los servicios de Sodexo como "soluciones de motivación de los empleados, y no como proveedores simplemente de un cheque". Para todo ello, dice, se requiere un cambio de mentalidad del equipo, "que haya una transformación profunda". De Saint Louvent tiene cuatro hijos y asegura que el trabajo le absorbe lo justo. Considera que es un ejecutivo que concilia fácilmente su vida personal con la laboral. Entra a trabajar sobre las nueve de la mañana y no suele abandonar su cuartel general hasta las ocho de la tarde. "No tengo la sensación de no estar equilibrado en estos aspectos, y por lo general no suelo llevar trabajo a casa, a pesar de que siempre estoy conectado mediante la Blackberry".
"Estamos ante una transformación que todos hemos de vivir. Vamos hacia un modelo más responsable y ético"
En su lugar de trabajo entra la luz a raudales, algo que no le importa, sobre todo teniendo en cuenta su procedencia. Nacido en París hace 38 años, piensa cada palabra que dice, a pesar de que se expresa en un perfecto español, adquirido durante una etapa laboral previa en América Latina. "Es importante seguir manteniendo el rumbo. Si la crisis dura más, habrá que ver cómo se plantean los temas, pero el futuro pasa por seguir avanzando".
Señala que estamos ante una gran transformación de la vida empresarial y de las relaciones laborales. "Es importante entender que estamos ante una transformación que todos hemos de vivir. Porque la crisis financiera ha marcado el fin de una época caracterizada por un capitalismo loco, y ahora vamos hacia un modelo más responsable y ético". Entre las prioridades destaca la diversidad y la igualdad, dos conceptos hacia los que hay que ir y seguir trabajando.
Reconoce que no le ha costado ni le está costando acostumbrarse a la forma de trabajar en España, aunque cree que a veces ha subestimado el peso de las relaciones personales. "Tras varios años en América Latina he aprendido que hay que ser muy directo a la hora de hacer negocios, pero aquí las relaciones sociales son verdaderamente importantes". Y ahí incluye también los lazos que se establecen con la Administración, con los empleados, con los clientes. En definitiva, con todos los stakeholders. "Y ahí es donde se encuentra el verdadero desafío, pero a mí me estimulan los grandes retos". En satisfacer a todos los componentes se halla parte de la clave del éxito de las empresas del futuro. Y él lo sabe. Se emplea a fondo para conseguirlo.
Sentido del humor frente a la mesa
Ha realizado pocos cambios en el despacho que heredó de su antecesora, Angelines Basagoiti. Tan sólo pequeños detalles que hacen que la estancia sea algo más personal. Son detalles que ha ido acumulando a lo largo de su trayectoria y que le hacen sentir bien. Entre las nuevas adquisiciones se encuentra un balón del Real Madrid, ya que es un apasionado de los deportes. Asegura que hasta hace bien poco jugaba al rugby.Frente a su mesa de trabajo tiene un toque de humor, una caricatura que le regaló un antiguo equipo de trabajo. "Me hace recordar buenos momentos". Como no le gusta perder tiempo, siempre va en moto, por lo que es habitual que como elemento decorativo tenga el casco de protección. Y un aviso para aquellos que tengan una cita con Stanislas de Saint Louvent: es un maniático de los horarios y no puede soportar la impuntualidad, "me gusta tener sentido de la anticipación, por eso me gusta también evitar los atascos". Como libro de referencia tiene La buena suerte, obra que relee y consulta a menudo.